Se queja de los medios K y se define 'progresista'

MAR DEL PLATA (De un enviado especial).- El bonaerense Emilio Monzó bosteza sin parar detrás de sus anteojos oscuros, señal de un viaje a Rosario de madrugada y sin descanso. Su colega, el diputado provincial Jorge Macri, se encarga, entonces, de acercarle a su primo unos brownies y la infaltable gaseosa light que el líder de Pro jamás rechaza.Mientras el piloto del avión alquilado levanta vuelo, Mauricio Macri manda mensajes de texto y lee los diarios. Hace una mueca de disgusto cuando se entera de unas renovadas conversaciones entre Francisco de Narváez y Julio Cobos; pide a sus acompañantes explicaciones sobre lo que pasa.La charla, casi de inmediato, pasa a las críticas de la política comunicacional del Gobierno. "Están enfermos de pasado, y lo peor es que muchos jóvenes le creen", asegura el líder de Pro, y continúa: "Nunca vi 6, 7, 8, pero los medios K me tienen alquilado".A Macri le preocupan las consecuencias de esos mensajes difundidos por canales oficiales. "El otro día, un tipo me insultó en la calle; le pregunté qué le había hecho y me dijo: «Vos estabas con la dictadura». Le contesté que en 1976 era adolescente y me retrucó: «Bueno, tu viejo estuvo con los milicos». Y papá salvó a José Bordón, a Carlos Grosso, a...