Nobel de Química para científicos que diseñaron supermicroscopios

Cuando recibió la llamada que le anunciaba que había ganado el , el alemán Stefan Hell estaba leyendo un trabajo científico. "Al principio pensé que era un chiste -declaró más tarde-, pero me dijeron que me enviarían un mail para confirmarlo." Después, les avisó a su mujer y a sus colaboradores cercanos... pero no antes de terminar de leer el paper.El norteamericano Eric Betzig, que trabaja en el Instituto Médico Howard Hughes, en Virginia, Estados Unidos, estaba apurado porque tenía que dar la conferencia de apertura de una reunión científica.Recordó que lo primero que sintió fue un shock. Después, alegría y pavor por partes iguales. "Tengo miedo de que mi vida cambie -confesó-. Obviamente estoy contento, pero me preocupa cuánto me va a absorber todo esto, especialmente los próximos tres meses. Estoy suficientemente ocupado y no me gusta decir que no a la gente que viene a verme."William Moerner también es estadounidense, pero se encontraba en Brasil cuando lo llamó su mujer a las siete de la mañana. "Estaba increíblemente contento. Me pregunté: «¿Puede ser? ¿Puede ser?»."Desde ayer, Hell, Betzig y Moerner pasaron a formar parte del selecto grupo de celebridades que cada año reciben el premio más preciado de la ciencia. En su caso, fueron distinguidos por desarrollar dos tipos de "nanoscopios", que lograron eludir fenómenos físicos considerados infranqueables y que limitaban la resolución de los microscopios ópticos cuando se intentaba enfocar objetos infinitesimales, como virus o moléculas individuales.Hell tiene una estrecha relación con la ciencia local. Varios jóvenes investigadores argentinos hicieron doctorados o posdoctorados en su grupo en el Instituto Max Planck de Química Biofísica de Göttingen, en Alemania, y actualmente trabaja con grupos asociados en el Centro de Investigaciones en Bionanociencias (Cibion/Conicet), del Polo Científico en las ex Bodegas Giol, y en el Instituto de Química Física de Materiales (Inquimae), de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA y el Conicet.El 21 de noviembre del año pasado estuvo en Buenos Aires para participar de un seminario de microscopías avanzadas y, junto con los argentinos Damián Refojo y Fernando Stefani, acaba de ganar un subsidio de la Agencia Max Planck para aplicar las nuevas tecnologías a estructuras de sinapsis neuronal.Martín Bordenave realizó una estadía de un año en el laboratorio de Hell donde actualmente trabaja otro argentino, Francisco Balzarotti, que está haciendo su...

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