Un puntero que abría los caminos a políticos y narcos

Antes de asumir como concejal de Salvador Mazza, en diciembre de 2015, Mauricio Gerónimo convocaba a sus amigos para que presenciaran su jura, agradecía por haber confiado en su proyecto y prometía compromiso con los vecinos de la ciudad situada en la frontera con Bolivia. Actualmente, el exfuncionario está preso en una cárcel federal. Hace seis días, la Justicia pidió que sea sometido a juicio oral, como acusado de integrar una banda de narcotraficantes.El caso Gerónimo forma parte de la narcopolítica que involucra a los funcionarios que aprovecharon sus puestos en gobiernos municipales o provinciales para facilitar el tráfico de drogas.Además de Gerónimo, integran ese listado de políticos procesados o condenados por integrar bandas de narcotraficantes: Héctor Palma, exconcejal de Estanislao del Campo, Formosa; Alejandro Maurín, presidente del Concejo Deliberante de Salvador Mazza; Roger Natividad Terán y Fabio Aquino, exintendente y viceintendente, respectivamente, de Itatí, Corrientes; Luis Cifré, expresidente del Concejo Deliberante de Joaquín V. González, Salta, y Sergio Varisco, exintendente de Paraná.En el ambiente de la política se conoce la función del puntero como la que desempeña aquella persona que trabaja en los barrios con los vecinos y constituye el nexo entre el candidato y los votantes. También que se identifica la figura del puntero con quien tiene el poder para distribuir la ayuda social.Pero en el submundo del narcotráfico la figura del puntero tiene otro significado y constituye un engranaje importante para garantizar el éxito de un envío de drogas.Según la investigación judicial, el destituido concejal Gerónimo cumplía la función de puntero para la organización narcocriminal que comandaba el prófugo Wilson Maldonado Balderrama. Cuando los efectivos de la Gendarmería cortaron el paso de un camión Mercedes-Benz 1114 en la localidad santiagueña de Monte Quemado y revisaron el vehículo, hallaron 267 kilos de cocaína.El puntero circula al frente de la caravana narco para alertar sobre la presencia de controles policiales o de las fuerzas federales en la ruta elegida por la banda para llevar el cargamento de droga. Más atrás, transitan dos o tres vehículos. Pero solo uno de esos rodados lleva la droga, los otros son señuelos para distraer a los uniformados, mientras por el costado del control pasa el vehículo con la cocaína.En el caso de Salta, un lugar de encuentro habitual de los punteros era localidad de Pichanal, una...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR