Punta del Este: carpas, contenedores y habitaciones flotantes, la nueva opción

PUNTA DEL ESTE.- "Es como estar de vacaciones en la casita del árbol". Con esa frase, María Paula Languer resume su experiencia en una habitación dentro de un contenedor de 50 metros cuadrados en José Ignacio, una de las zonas más exclusivas de la costa esteña.Ya sea por comodidad, precio o vivir una experiencia más cercana a la naturaleza, cada vez son más quienes eligen los alojamientos no tradicionales que, poco a poco, comienzan a ofrecerse en , pero sobre todo en las zonas más agrestes, como José Ignacio o Laguna Garzón.El más reciente de estos emprendimientos se inauguró hace tan solo dos semanas. Se trata de Folk Glamp, que se sitúa en el Refugio del Hotel Anastasio de José Ignacio, a unos 10 kilómetros tierra adentro en una zona de lagunas y paisajes casi vírgenes.La idea surgió de dos chefs argentinos, Dolores Fernández Parodi y Gonzalo Sauma Sarthou, de 29 y 26 años, que luego de vivir cuatro años en Australia y recorrer diferentes parques nacionales de allá, pensaron que el glamping podría también ser atractivo para los veraneantes de Punta del Este.Así fue que primero abrieron un restaurante dentro del complejo y luego firmaron un acuerdo con los dueños del hotel para montar el "campamento" que cuenta con cuatro carpas donde se pueden alojar hasta tres personas.Tienen sommier, cómoda, velador, un baño privado con ducha a 15 metros de la carpa que está armada sobre decks a 10 metros de una tranquila laguna. En el restaurante, que está abierto al público, los huéspedes desayunan con productos orgánicos recién cosechados. Pan de masa madre y un entorno de tranquilidad. Además tienen caballos, kayak, stand up paddle y yoga."Es la primera vez que me alojo en una carpa y la idea me pareció brillante. No tenés luz artificial, pero tenés un baño de lujo, una carpa con una buena cama, bien decorada, con mantas. La atención es espectacular y el contacto con la naturaleza es divino", contó Dolores Legarre, de 50 años, que fue una de las primeras en alojarse en una de las carpas y pasó allí la Navidad.La mujer agregó: "Es una experiencia única, diferente. El lugar es soñado, las vistas increíbles. Vas llegando al lugar por un camino lindísimo. Hay vacas, ovejas, caballos, y ya en las carpas se abre un abanico con vista a la laguna divina. Voy a volver".El convenio con el hotel de playa resultó clave para los emprendedores argentinos, ya que se les ofrece a los huéspedes disfrutar de la experiencia del glamping por un par de noches. Esto...

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