Los Pumas y una dura realidad: la involución

CARDIFF.- Los Pumas confirmaron que la crisis que atraviesan es grave. Una nueva goleada, la cuarta en ocho encuentros -no se cuentan los partidos de junio, ya que era otro el plantel-, volvió a encender todas las alarmas. Ya no se puede hablar de problemas en el planteo táctico, fallas individuales o falta de actitud. La dificultad es otra, más profunda. Tiene que ver con la realidad que atraviesa el equipo. Y ahí no hay dudas: la Argentina involucionó o, como mínimo, no creció en esta temporada. Sus rivales sí lo hicieron. Es así.Si el año pasado, en la primera participación en el Rugby Championship y la posterior gira europea, el equipo había crecido en la generación de juego y los jugadores mostraron importantes mejorías individuales, en ésta ocurrió lo contrario. Gales, como hace siete días Inglaterra, o Sudáfrica y Australia, dejaron expuestas las falencias individuales y colectivas que necesitan de un shock interno y externo muy fuerte para lograr un cambio. Es muy poco, pobre por momentos, lo que los Pumas transmiten desde el campo de juego."Frustrante" es la palabra que más se repitió una vez consumada la derrota por 40-6 en el magnífico Millennium. Las caras de los jugadores eran elocuentes. También sus palabras (ver aparte). Así vive por estas horas un plantel que atraviesa un cambio de mando inesperado. La abrupta salida de Santiago Phelan, a menos de 10 días del comienzo del viaje por el Viejo Continente, con fuertes críticas internas, dejó un grupo huérfano y desorientado. La llegada de Daniel Hourcade le dio cierta continuidad a un trabajo que hasta ese momento había cosechado magros resultados. Con ese panorama, el nuevo grupo de entrenadores se fijó como meta cambiar la mentalidad de los rugbiers. Hasta ahora, el escaso tiempo no alcanzó.Hace un año que los Pumas no consiguen un triunfo. Son diez derrotas consecutivas: Nueva Zelanda (2), Sudáfrica (2), Australia (2), Francia, Irlanda, Inglaterra y Gales. La última vez que celebraron fue justamente en Cardiff ante el Dragón Rojo. El pretencioso calendario de los Pumas, un anterior staff técnico dividido y malas decisiones fueron un combo letal para las aspiraciones argentinas. La temporada está terminando tal como comenzó: mal. En esto, gran parte de la responsabilidad es del anterior entrenador.Aún queda un partido. Italia, un rival de menor jerarquía, podría significar una despedida alegre para el grupo. Lo necesitan de manera desesperada. También el nuevo head-coach y sus ayudantes...

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