Puerto Madero es una isla en medio de la crisis inmobiliaria
En un año para el olvido para el mercado inmobiliario porteño, Puerto Madero se consolidó como una isla dentro de Buenos Aires, con una demanda sostenida, precios estables y el lanzamiento de nuevos proyectos millonarios. La excepcionalidad de Puerto Madero no es algo nuevo, aunque la novedad de este año es que la brecha de precios se volvió a agrandar no tanto por una suba en los valores de venta en el barrio más moderno de Buenos Aires, sino más bien por las bajas que se sintieron en el resto de la ciudad. De acuerdo con los datos del Colegio de Escribanos porteño, en los primeros diez meses del año las escrituras acumulaban una caída del 4% comparado contra un 2013 que ya había sido muy malo y la baja en la demanda es acompañada por un retroceso en los precios que según el segmento y el barrio oscila entre 5 y 15%. "Los valores en la zona se mantuvieron estables durante todo el año, con lo cual se está volviendo a agrandar la brecha de precios entre Puerto Madero y los departamentos usados en Recoleta o Belgrano", afirma Alejandro Ginevra, presidente de la desarrolladora Gnvgroup, que es una de las más activas en Madero. "Ya empecé las obras para cuatro torres nuevas en el dique 1 y una quinta en el dique 3, con una inversión total de US$ 30 millones. Para incursionar en nuevos proyectos, la flexibilidad es fundamental porque te asegura seguir vendiendo. Nos tuvimos que adaptar a las necesidades del cliente y hoy estamos aceptando dólares, pesos o Cedin", explica el empresario.
valores estables
En promedio el valor del metro cuadrado en el barrio de Puerto Madero siguió estable en torno a los US$ 4500 durante todo 2014 y para explicar esta capacidad para resistir la crisis no hay que perder de vista la imposibilidad para seguir creciendo que muestra el barrio, que tiene sus límites geográficos claramente delimitados. "Desde el punto de vista económico, el diferencial de Puerto Madero es que los precios no bajaron. En esto influye que la gran mayoría de los desarrolladores inmobiliarios cuenta con financiamiento propio y por lo tanto no necesita salir a «reventar» unidades para financiarse. Y desde el punto de vista de la demanda se suma el atractivo de que se trata de un proyecto que se termina. No hay muchas más oportunidades para entrar desde el pozo, porque cada vez quedan menos terrenos libres. Y eso lo sabe la gente", comenta Alberto Fernández Prieto, que acaba de lanzar asociado con la desarrolladora Vizora el proyecto The Link...
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