Ellas pueden contarlo: cómo se deja a un hombre violento

Esta semana Yanila Camila Ríos, de 26 años, publicó en su muro de Facebook su foto con la cara desfigurada después de que su ex pareja la golpeó. Él hoy está detenido. Y aunque cada vez sea más común detectar denuncias en las redes sociales, en los hechos divulgar el abuso sigue siendo la excepción a la regla.

La gran mayoría de las mujeres continúa viviendo la violencia puertas adentro. La esconde. Se calla. Se aísla. Se va pero regresa. Vuelve a confiar. Y el padecimiento continúa.

Según los resultados de la primera encuesta de percepción e incidencia sobre violencia contra las mujeres en las relaciones de pareja en la ciudad de Buenos Aires, sólo 3 de cada 10 mujeres que experimentaron situaciones de violencia doméstica lo comparten con alguien. Cuando lo hacen, es con una persona cercana, y sólo 1 de cada 10 acude a una institución pública. Corina Fernández y Karina Abregú sufrieron la violencia en carne propia y cuentan que para salir adelante es crítico atreverse a compartir el sufrimiento y pedir ayuda.

¿Cómo se puede salir entonces de una relación abusiva o violenta? Justo cuando el fenómeno crece y el año pasado un total de 286 mujeres fueron asesinadas. Según los registros de la Oficina de Violencia Doméstica, todos los meses se reciben entre 800 y 900 denuncias, y en el 97% de los casos son de violencia psicológica. En el 71% de esos hechos, el agresor es o fue pareja de la víctima.

"No hay un único perfil de mujer que atraviesa estas situaciones. Lo que sí tenemos que decir es que todas las mujeres frente a la violencia se avergüenzan y eso hace que no se animen a hablar de eso. Lo que es importante es mostrar esta diversidad de mujeres para que las que viven violencia se den cuenta de que no son las únicas", sostiene Mabel Bianco, presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM).

Miedo, vergüenza, dependencia económica, las creencias culturales, religiosas y familiares, la ideología del amor romántico, la naturalización del maltrato, la violencia como forma de vida desde siempre. Estos son sólo algunos de los motivos que llevan a una mujer a sostener un vínculo violento.

"En general, adoptan formas de supervivencia al maltrato sin salirse de ese contexto. Carecen de alternativas o «pensamiento lateral», eso recién lo adquieren o entrenan en los grupos de recuperación. Es difícil, porque algunas están tan sumergidas en su burbuja emocional que aunque vean un programa que trata el tema, no les penetra la información", dice Graciela Ferreira, fundadora de la Asociación Argentina de Prevención de la Violencia Familiar.

La trampa del silencio. Ésa es de la que tienen que salir. Evitar que el victimario pueda aislarlas y queden indefensas. Por eso siempre la primera consigna es que hablen, que pidan ayuda, que cuenten.

"Ella o quienes conocen el problema tienen que consultar en organismos especializados. No alcanzan las terapias tradicionales ni los tratamientos individuales. Los grupos de apoyo son muy estimulantes, sustituyen la falta de familia y dan apoyo y seguimiento para que alguien pueda hacer un cambio drástico en su vida", afirma Ferreira.

Itatí Canido, subsecretaria de Promoción Social del Ministerio de Desarrollo Humano y...

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