Un pueblo que mantiene viva su identidad

• Autor: José Arnaldo Gómez

Somos un pueblo organizado que trabaja en la recuperación de nuestra identidad y derechos colectivos, pensando en el futuro de nuestros hijos y nietos, por un mundo mejor y para todos. Somos hombres y mujeres del monte y los ríos que creemos en los principios sagrados de respeto y libertad, que defiende con firmeza sus propias instituciones, acompañados por hombres y gobernantes de buena voluntad, que sostienen con compromiso este proceso". Con estas palabras iniciales, el cacique Mbareté Albino Flores, brinda vivencias de los pueblos originarios de América. Es una historia de tristezas, muerte, discriminación, rechazo de nuestras costumbres ancestrales y de nuestra cosmovisión. Hemos sido humillados, avasallados, esclavizados y hasta comparados con animales salvajes "sin almas", según dice la bula papal León VII. Pueblos hermanos fueron exterminados a sangre y fuego o por enfermedades que desconocíamos traídas por los invasores. En nombre de la "civilización" y teniendo como estandarte la cruz evangelizadora, se apropiaron de nuestros territorios y se cometió el holocausto mas grande de la "humanidad", que no se conmemora por racismo, pero que está presente en nuestra memoria: 80.000.000 (sí, ochenta millones de vidas liquidadas). El trabajo de revertir esta situación es un mandato histórico. El pueblo Mbya Guaraní, asentado en Misiones, a pesar del sometimiento invisibilidad y exclusión étnica, hemos sabido mantener nuestra cultura y filosofía de vida, como viene transmitiéndose desde los abuelos. Esta fortaleza espiritual nos ha permitido trabajar nuestra autoestima como Nación Originaria, y junto a otros pueblos avanzar en la exigencia de leyes que garanticen derechos naturales y positivos, como el artículo 75, inciso 17 del Convenio Internacional de la OIT, Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos Originarios -Organización de las Naciones Unidas- y...