El PT pierde fuerza en las calles mientras sus aliados atacan el ajuste de Dilma

RÍO DE JANEIRO.- La gran marea roja con la cual el Partido de los Trabajadores (PT) y sus aliados pensaban ahogar ayer los pedidos de impeachment a la presidenta Dilma Rousseff no llegó. Convocada para contrarrestar las masivas últimas manifestaciones en contra del gobierno, la movilización de las fuerzas de izquierda "en defensa de la democracia" fue notoriamente menor que la de quienes exigen la salida de la mandataria por el escándalo de corrupción en Petrobras y la mala gestión económica.

En cambio, el reflujo dejó en evidencia divisiones en el comando del barco y agitó más las aguas con la denuncia por sobornos contra el presidente de la Cámara de Diputados ante el Supremo Tribunal Federal.

Pese a la propaganda televisiva del PT y al apoyo de la sindical Central Única de los Trabajadores (CUT), la Unión Nacional de Estudiantes (UNE), el Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) y el Movimiento de Trabajadores Sin Techo (MTST), las marchas en respaldo del gobierno juntaron apenas unas decenas de miles de personas en los 24 estados y el distrito federal de Brasilia donde se realizaron. La mayor concentración, según los organizadores, habría sido en San Pablo, donde unos 60.000 manifestantes se congregaron en el Largo da Batata para marchar después hacia la Avenida Paulista.

Sobre esa misma avenida, el domingo pasado, más de 300.000 personas demandaron el juicio político o la renuncia de Rousseff; en todo el país, las protestas reunieron a casi 900.000 brasileños acusados por el PT de "golpistas". Ya en marzo, la primera ola de manifestaciones pro-impeachment sumó más de dos millones de personas y luego, en abril, unas 700.000 salieron a las calles.

Desde entonces, al ritmo de las revelaciones semanales del escándalo de corrupción en Petrobras y del creciente deterioro económico, la popularidad de la presidenta cayó hasta el actual nivel récord del 8%.

El padrino político de Rousseff, Luiz Inacio Lula da Silva, buscó coordinar un rescate apuntando que el PT y sus aliados debían retomar la iniciativa con movilizaciones, pero al parecer el emblemático partido izquierdista ya no cuenta con el control de las calles como solía.

Muchos de sus simpatizantes están desilusionados con el gobierno...

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