Las provincias acuerdan ofrecer en paritarias un aumento salarial del 18%

Cuando se vieron por última vez antes del receso de enero, estaban exultantes. Después de semanas de espadeo con habían logrado una reforma de Ganancias que los dejaba tranquilos. Y se despidieron con una idea común: hacer lo posible para que el envíon que les dio aquella discusión no se diluyera durante el primer mes del año.

Sin embargo, los gobernadores peronistas, que volverán a encontrarse esta semana para empezar a discutir la paritaria docente, llegan a la cita con otra prioridad. Más que reforzar aquella liga de jefes provinciales buscarán, antes que nada, cuidar sus cuentas.

El razonamiento es sencillo. Si logran acuerdos que ronden el 18% de aumento -en línea con el que selló con los estatales bonaerenses-, respirarán tranquilos. La idea es que, además, el porcentaje que se acuerde con los docentes funcione como caso testigo para el resto de los estatales.

La Casa Rosada, que sigue de cerca el proceso, persigue el mismo objetivo. Quiere que la paritaria docente se convierta en el molde del resto de las negociaciones salariales y quede alineada con el 17% de inflación plasmada en el presupuesto. Un dato clave: por primera vez en años el gobierno nacional no será el pivot de la puja con los maestros. Ya no se fijará un porcentaje que guíe la discusión en las provincias, sino que cada distrito pactará con los gremios locales por su cuenta.

El cambio libera a Macri de cometer errores como el del año pasado, cuando cerró un aumento del 32% (que incluyendo el aporte del Fondo Nacional de Incentivo Docente trepó a 40%), después de haber querido imponer el 25% como tope para las paritarias. Aquel acuerdo elevó de movida el techo de las negociaciones del resto de los gremios.

El año pasado, el Gobierno creó un mecanismo de actualización automática por el que el maestro ingresante no puede cobrar menos de un salario mínimo más el 20%. Esa cifra quedó fijada en enero en $ 9672. De todos modos, la Casa Rosada ya no participará de la paritaria definiendo un porcentaje.

Si como pretende él y la mayoría de los gobernadores, el arreglo con los maestros no se aleja del 18%, Macri podría anotarse un triunfo crucial en la puja con la CGT, que la semana pasada volvió a plantar bandera contra los despidos y a advertir que no aceptará el corset que pretende imponer la Casa Rosada.

Menos aún, negociar los aumentos hacia adelante, es decir, sin compensar las pérdidas por la brecha entre el promedio en el que cerraron las paritarias del año pasado (33%) y...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR