Proponen el café como 'patrimonio intangible' ante la Unesco

En los próximos meses, http://www.lanacion.com.ar/1547131-tomar-un-cafe-un-habito-porteno-que-puede-triplicar-su-costo-de-un-barrio-a-otropodría ser declarado "patrimonio intangible" si prospera un proyecto de la Ciudad presentado ante la Unesco. Esta costumbre porteña podría seguir el camino del tango, al que ya se considera una de las principales manifestaciones de la identidad rioplatense legadas a la humanidad."La Unesco recibió el expediente el 30 de marzo y esto se decidirá en 2014. Nosotros tendremos que enviar las aclaraciones que nos pidan y el año que viene se resolverá. El hábito social del café tiene que ver con la tertulia, la cultura, la literatura y la música", dijo Hernán Lombardi, ministro de Cultura de la ciudad.Del pocillo del café de barrio al vaso térmico de cartón de las grandes cadenas multinacionales, Buenos Aires ofrece variantes de sabores y lugares a tono con la diversidad cultural, social y política de sus habitantes.Si se habla de reducto bohemio moderno, a pesar de sus 80 años de historia, la mente vuela hacia las calles Paraguay y Scalabrini Ortiz. La historia cuenta que el Che Guevara trabajaba en el puesto de diarios que está en la esquina y solía mirar qué pasaba puertas adentro. El templo citado es el Varela Varelita, hoy el lugar de encuentro elegido por estudiantes de teatro, cine, músicos, artistas, actores y deportistas de toda la ciudad."Acá se graban documentales, se presentan libros y se habla de teatro o cine. La bohemia para acá", resume José, uno de los encargados. En una pared se cuelgan avisos de talleres de teatro, concursos y pósteres de películas ; enfrente, en un viejo televisor, la imagen se ve anaranjada.José se mira con Rubén, el bachero, y entre los dos cuentan con los dedos de las manos: "Litto Nebbia, Daniel Gendler, los hermanos Fernández Moores, Chacho Álvarez, Rodrigo Roncero...". Todos estuvieron allí, y su espíritu bohemio se mantiene.Escenas que contrastan"¡Hola! ¿Cuál es tu nombre?", pregunta la morena con acento caribeño. En el Starbucks de Plaza Armenia, como en todos los de la cadena, reciben a los clientes con una sonrisa ancha y modales poco vistos. De las morenas amables de los Starbucks al mozo parco del Varela Varelita hay un mundo de distancia, pero ambos pertenecen a la identidad contemporánea de Buenos Aires.En un rincón de Villa Crespo, dos mujeres toman el té con tostadas en un sillón que adopta la forma de un esquinero. Frente a ellas una chica lee apuntes después de desayunar...

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