La promesa de Cristina Kirchner se estrella contra el ajuste

Cristina Kirchner durante el acto de la UOM en Pilar

El sobrio elogio público de la vicepresidenta a Sergio Massa la semana pasada -cuando dijo que "está haciendo un gran esfuerzo administrando las consecuencias de lo que pasó" - confirma la alianza entre ambos, aunque para ella esconda, al mismo tiempo, una decepción. La de haber tenido que aceptar, con la llegada del exdiputado al Palacio de Hacienda, simbologías, ideas y medidas con las que no comulga. El aumento en las tarifas de los servicios públicos por la quita de subsidios, aun con el atenuante de la segmentación, y el premio al campo con el dólar soja son claros ejemplos. Los resultados mandan: las reservas crecieron y el dólar entró en un periodo de calma. Crédito para el ministro.

Pero eso fue en septiembre. Pasado el tembladeral financiero y a las puertas de 2023, las necesidades electorales obligan al Frente de Todos a reconquistar a los desencantados, de allí el énfasis de la vicepresidenta en la necesidad de recuperar el poder adquisitivo del salario y, según dijo, la alegría perdida de los anteriores mandatos kirchneristas.

Es un mito que Cristina construye laboriosamente desde que dejó la presidencia. "Quiero que la gente vuelva a ser feliz en la República Argentina", dijo el 13 de abril de 2016 frente a los seguidores que fueron a respaldarla a Comodoro Py.

Cinco años más tarde, en julio de 2021, volvió sobre el tema. "En 2015 éramos más felices de lo que vino después". Siempre con esa sutil ambigüedad en la que el blanco principal es Macri, pero que bien podría incluir al gobierno de Alberto Fernández, la creación de la que ahora busca despegarse.

En Economía afirman que el discurso de la vicepresidenta no los tomó desprevenidos. "Dice lo mismo en público que en privado; Massa habla habitualmente con ella y sabe lo que piensa".

Lo cierto es que Cristina marca los tiempos, por eso la decisión de avanzar con un congelamiento "voluntario" de precios para 1200 productos por cuatro meses, una receta remanida a la que el propio Massa le adjudicaba escasas chances de éxito apenas hace unas semanas. ¿Cómo justifica el giro? Si es consensuado y no abarca todo el universo de consumo (el resto de los productos tendrá un sendero de aumentos máximos del 4% en cuatro meses), no es congelamiento

"Para moderar la inflación es clave ordenar la macro; para la recuperación del ingreso, es importante Precios Justos, porque representa el 68% de los productos de consumo masivo; son dos...

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