La promesa de una ciudad verde

Vas a estar mejor. Con más subtes, con nuevos modos de transporte público como la bici , el Metrobus o los móviles eléctricos, vas a tener más tiempo, más seguridad y menos contaminación . Tu ciudad será más caminable, con un centro más humano. En las terrazas van a crecer huertas, jardines, generadores solares y eólicos. Será una ciudad productora de energías limpias en los techos. Vas a tener más espacios verdes cercanos. Podrás cuidar una huerta orgánica urbana con otros vecinos. El agua de lluvia será reciclada para usos secundarios. Vas a separar tus residuos para que vuelvan al sistema productivo o, cuando eso no sea posible, para generar energía. Vas a rechazar envoltorios excesivos en tus compras. Vas a elegir productos de origen certificado que no destruyan otras regiones y sociedades de tu país y del planeta. Aunque duplique su población, tu ciudad va a ser más solidaria, más vivible y sustentable.

Estas promesas, convertidas a veces en slogans , forman el concepto de Ciudad Verde o ecociudad. Muchas ciudades del mundo están intentando aplicarlas. Es la respuesta urbana a la actual crisis planetaria climática y energética, en cuya discusión los gobiernos nacionales se han atrasado. La promesa de una ciudad verde marca un horizonte más cercano que las tortuosas negociaciones entre los países.

Pero ¿cómo cambiar ciudades que se parecen cada vez más en su conflictiva estructura, más allá de coincidir en esta promesa? Porque las megaciudades -se trate de París, San Pablo, Buenos Aires o Nueva York- han crecido siguiendo un patrón similar, con un núcleo hiperactivo en oferta cultural, comercial, sanitaria y laboral que atrae a millones de personas, rodeado de un cinturón en el que priman la marginalidad, la exclusión de oportunidades y la pobreza. Una estructura que facilita la violencia, la inseguridad y es campo de cultivo para el narcotráfico. Hoy, más de la mitad del mundo vive en ciudades. Y en 2050, seremos dos tercios de la humanidad.

En sus grandes líneas (planificación territorial, residuos, energía, transporte, agua), cada ciudad está experimentando su fórmula. En Buenos Aires, los mayores cambios se están dando en materia de transporte (Metrobus, sistema público de bicicletas, peatonalización del microcentro) y residuos, aunque no son los únicos. El reemplazo masivo de luminarias tradicionales por LED en la vía pública hace más eficiente y segura nuestra ciudad. Las obras del Maldonado y el Vega mejoran la adaptación a...

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