Plan Progresar, desempleo e informalidad laboral

Con su anuncio del Plan Progresar, un subsidio de 600 pesos mensuales para el universo de jóvenes de entre 18 y 24 años que ni estudian ni trabajan, la presidenta de la Nación no hizo más que terminar reconociendo uno de los grandes dramas de la Argentina: las políticas instrumentadas durante lo que ella misma define como "la década ganada", que arrancó en 2003 con el gobierno de arrojan más de un millón y medio de jóvenes "ni-ni", como se ha dado en denominar a quienes no cursan estudios ni tienen un empleo o bien realizan trabajos precarios que ni siquiera les garantizan un salario mínimo.

Cuando la Presidenta hizo el anuncio de este subsidio, pareció pretender confundir a la audiencia con la afirmación de que se está yendo hacia el pleno empleo y, a tono con su inquebrantable hábito de culpar a otros de todos los males que aquejan a la sociedad, se despachó con una frase polémica: "Estos chicos -dijo- son hijos del neoliberalismo". Lo que omitió es que muchos de esos jóvenes tenían ocho años cuando su esposo asumió como presidente, en 2003.

Por el contrario, la jefa del Estado endilgó la situación por la que atraviesan tantos chicos a la desocupación que azotó al país durante los años noventa, quitándose un sayo que no puede decir que no le corresponde, pues durante la década de administración kirchnerista los "ni-ni" no sólo no se redujeron, sino que aumentaron.

Casi simultáneamente con el anuncio de la Presidenta, un informe del Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral), de la Fundación Mediterránea, realizado sobre la base de datos de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec del primer semestre de 2013, reveló que más de la mitad de los jóvenes tienen problemas serios de inserción social y que en la última década creció el índice de quienes no estudian ni trabajan.

Según esa investigación, los jóvenes que ni estudian ni trabajan son 748.000, el 15,3% del total de la población de entre 18 y 24 años, un 2,1% más que cuando Néstor Kirchner asumió la primera magistratura.

El estudio muestra, también, que poco más de medio millón de jóvenes están desocupados y que representan el 19,5% de los trabajadores activos (quienes trabajan o buscan hacerlo), una tasa que casi triplica el índice oficial de desempleo medido sobre la población total.

Tan devastadora realidad quedó bien expuesta en palabras del director ejecutivo de la , Diego Bossio, al diario Página 12, quien ratificó que los...