El profesor de Harvard que se hizo famoso por sus clases sobre felicidad da tres claves para ser feliz

La felicidad se construye a través de tres pilares: las relaciones sociales íntimas, la gratitud y la amistad

Ser feliz es un anhelo universal: atraviesa a todas las personas, de todos los tiempos. Pero la gran pregunta es: ¿se puede aprender a ser feliz?

En un mundo dinámico y en constante cambio donde rige la virtualidad, lo inmediato y hay estímulos por doquier, alcanzar la felicidad y apreciar la vida que se tiene parece un desafío. Aunque lo cierto es que cuando se está contento y satisfecho con su vida el universo brilla y todo fluye.

Es que ser feliz es un estado de ánimo que propicia un montón de beneficios para la salud física y mental. Hay quienes lo son de manera innata, otros están en su continua búsqueda. Al respecto, Tal Ben-Shahar, escritor, profesor en Harvard y doctor en psicología positiva y liderazgo, reveló en el ciclo "Aprendemos Juntos 2030″, la plataforma del BBVA, que cualquiera que se lo proponga, puede serlo.

¿Cómo lograrlo? Se trata de un proceso que consiste en poner en marcha algunos simples pasos. Así, el especialista desmantela los tres secretos de las personas más felices del mundo, porque según dice: "Siempre podemos cambiar nuestros niveles de felicidad".

"Siempre podemos cambiar nuestros niveles de felicidad", dice Ben-Shahar, doctor en psicología positiva y liderazgo

Relaciones sociales

Si bien los humanos son seres que necesitan el contacto con el otro de forma constante, lo cierto es que no se tiene el mismo vínculo y confianza con todos. Existen las amistades de toda la vida, también aquellas personas con las que se mantiene un diálogo cordial; están las relaciones laborales, las románticas y las familiares. Algunos tienen todas ellas, otros nada más que alguna.

Ahora bien, para alcanzar la felicidad, el especialista dice que la clave está en tener relaciones íntimas sólidas, que más allá de lo que parece, "nada tienen que ver con los lazos románticos, mas bien aluden a las conexiones sociales y familiares".

Sin ir más lejos, tener vínculos estrechos aumenta el bienestar personal, mejora el estado de ánimo y alimenta la motivación con la que se encara la vida. No obstante, Ben-Shahar cuenta que estas relaciones, están lejos de ser perfectas, por el contrario, lo interesante de estos casos es que "hay desacuerdos y conflictos, pero pase lo que pase, estas personas siempre serán una prioridad en la vida de alguien".

El secreto radica en que las relaciones largas, por ejemplo el matrimonio, crecen a...