El productor se funde, el consumidor paga muy caro

La brecha entre el lo que recibe el productor y el precio que paga el consumidor es tema de debates

Que el precio al que se venden los tomates en los supermercados equivalga a cinco veces el que recibe el productor enfurece a las amas de casa, proporciona materia prima para que se luzcan algunos periodistas y, cada tanto, lleva a productores a regalarlos en Plaza de Mayo. ¿Cómo se puede explicar tamaña diferencia? Esta es la pregunta que deben contestar quienes pretenden achicarla, en vez de quedarnos en la crítica fácil, que apunta a la "intermediación parasitaria".

Sobre esta cuestión consulté al norteamericano Edward Hastings Chamberlin (1899-1967), un hombre de una sola universidad, dedicado a un solo tema. La universidad fue Harvard. Competencia Monopolística, el título de la obra que publicó en 1933 fue el tema. En el mismo año, Joan Violet Robinson publicó Competencia imperfecta. Chamberlin hizo un gran esfuerzo por diferenciar ambas teorías, pero la profesión las considera en forma conjunta.

-Más allá de las disputas, ¿de qué se ocuparon usted y Robinson?

-De una cuestión empíricamente importante, porque tanto el monopolio como la competencia perfecta son casos extremos. Nosotros analizamos el caso del oligopolio, cuando la oferta está en manos de empresas que compiten entre sí, pero como son pocas, la decisión de cada una de ellas depende esencialmente de lo que hagan las otras. Hoy esto se analiza aplicando la teoría de los juegos, creada en 1944 por John von Neumann y Oskar Morgenstern.

-Usted tuvo al menos un alumno talentoso, que lo superó. Me refiero a Vernon Lomax Smith, quien en 2002 obtuvo el premio Nobel de economía.

-En el primer día de clase yo repartía tarjetas entre los estudiantes. Quienes actuaban como compradores recibían un valor de reserva; quienes actuaban como vendedores, otro del costo de reserva; cuando se realizaba una transacción, se anotaba en el pizarrón. La idea del ejercicio era mostrar que la teoría de los precios del caso competitivo era una idealización muy poco representativa del mundo real, volcando a los alumnos al estudio de la competencia monopolística. Narré la experiencia en una monografía que publiqué en 1948.

-¿Y?

-A Smith se le ocurrió pensar que para demostrar que el equilibrio competitivo era inalcanzable, había que diseñar un contexto para realizar los intercambios que fuera favorable a la generación del equilibrio competitivo. Esto generó dos preguntas: 1) ¿por qué no utilizar el...

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