'Soy un producto de la telenovela'

Apenas uno entra a estos estudios del Bajo Belgrano tiene la sensación de que ha entrado a un sanatorio. Fueron un sanatorio. Pero, además, en sus paredes hay letreros propios de un sanatorio, desde la recepción misma. Es que la ambientación de Esa mujer (desde hoy, a las 14, por la TV Pública)intervino completamente todo el edificio. Anabella del Boca sabe aprovechar muy bien hasta el último rincón del espacio. Y apenas uno atraviesa esa supuesta clínica, desembarca en un bistró de esos en los que uno quisiera instalarse. Y un poco más allá, está reproducida por completo (cocina, habitación, living, patio) una hermosa casa. Y para uno, que se formó en esta profesión recorriendo estudios y conociendo artistas en sus pasillos, siempre es un placer transitar por decorados de ficción. Sobre todo cuando la guía de ese espontáneo tour es nada menos que la mismísima protagonista del programa: Andrea Del Boca.Es el horario del almuerzo. Todo está bastante quieto y por allí anda don Nicolás, con su "tupper". Ella trabaja con su familia, todos lo saben. Pero lo que no todos saben es que ella forma familia. Director, asistentes, iluminadores, maquilladores, todos los que por allí andan se mueven relajados, con una sonrisa. Es el clima ameno con el que los Del Boca han decidido trabajar y emprender este desafío de devolverle a la telenovela a una de sus principales heroínas.Esa mujer es la tira producida por la misma Andrea de Antonella y Perla negra… Bueno, la misma actriz. Ella misma admite que cambió muchísimo desde aquel entonces. No era fácil acceder a aquella Andrea del Boca. Ahí estaba siempre su productora Antonella para hacer casi una tarea logística que pueda facilitar esa entrevista. Esta Andrea parece una amiga de siempre. Amable, simpatiquísima, respetuosa y, sobre todo, con una sinceridad metódica.–¿En qué momento de tu vida tuviste la necesidad de dejar de ser sólo actriz para tomar una responsabilidad social y comunicadora como figura pública?–Creo que fue a partir de ser madre soltera. Hasta ese momento mi carrera era todo lo más importante, lo único que tenía como objetivo. Mi hija me colocó en otro plano, me corrió del centro de la escena, alguien dependía de mí y de todas las decisiones que, de alguna manera, fuera a tomar para respetar su derecho a la vida, al nombre, a ser libre, a ser feliz. Entonces, empecé a ser más permeable a ciertas situaciones o cosas que me pasaban y, a veces, por desconocimiento o ignorancia no reparaba en ellas.–Es...

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