El proceso de paz, factor de división entre las víctimas de las FARC

SOACHA, Colombia.- En la montaña pelada de los Altos de la Florida, a una hora de Bogotá, donde los servicios públicos son un "lujo de ricos", el agua que llega en camiones del municipio. Allí, las negociaciones de paz en Cuba entre el gobierno colombiano y las FARC se sienten muy lejanas."Los diálogos con la guerrilla son cosa de doctores de La Habana. Acá, las víctimas somos todas pobres", resumió Kelly Cuero, una desplazada de 24 años, que escapó de una masacre de las FARC en Cajambre, en el Valle del Cauca, en el sudoeste del país.Kelly, que se instaló en los Altos de la Florida, es uno de los 5,7 millones de desplazados que tiene Colombia por el conflicto armado. Una guerra de y toda clase de víctimas, ahora atomizadas frente al proceso de paz lanzado por el presidente Juan Manuel Santos, que mañana buscará la reelección.La semana pasada, en la mesa de negociación en Cuba, que empezó en noviembre de 2012, la guerrilla dio un paso histórico: por primera vez reconoció a las víctimas del conflicto armado y acordó con el gobierno los principios que guiarán la discusión sobre este punto de la agenda. En La Habana ya se pactaron tres de los seis puntos por discutir con las FARC: el conflicto agrario, la participación de la guerrilla en política y el tema de las drogas ilícitas y el narcotráfico.Muchas veces marginadas -ya que la guerra no se pelea en las grandes ciudades y es cosa de regiones alejadas como Putumayo, Caquetá y el Valle del Cauca-, ahora las víctimas están en el centro de la escena. Agrupadas en varias organizaciones, lejos de ser un colectivo unificado, cada víctima sobrelleva su pasado como puede y tiene su propia postura frente al proceso de paz.A María, una desplazada de los Altos de la Florida de 36 años -que no se atrevió a dar su verdadero nombre-, lo que sucede en Cuba no le preocupa. Según ella, nada cambiará si se firma la paz. De todos modos, defendió los diálogos con la guerrilla "porque es importante perdonar", y dijo que votará por Santos en las elecciones de mañana, ya que el opositor Oscar Iván Zuluaga "no hará nada por los pobres".Entre lágrimas, contó que extraña su finca en Villeca, a 90 kilómetros de Bogotá, de la que tuvo que huir en 2003 luego de que las FARC la amenazaran a ella y a su esposo, supuestamente por hablar mal de los guerrilleros. "Nos dejaron una nota por debajo de la puerta que decía: «Si en tres horas no se van, les hacemos lo que les hicimos a sus vecinos»", contó a LA NACION. La guerrilla, que en ese...

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