Procesaron a D'Elía por intimidar a manifestantes críticos de las retenciones

"¡A los de la puta oligarquía, dale, dale! ¡Les vamos a meter las cacerolas en el culo!", gritaba, desencajado, la noche del 25 de marzo de 2008, mientras avanzaba para tomar la Plaza de Mayo. Ayer, seis años después, por "intimidación pública".El juez federal Julián Ercolini consideró que el ex funcionario kirchnerista y dirigente piquetero "lideró un grupo considerable de personas que tuvo la clara intención de desalojar a manifestantes de la Plaza de Mayo, lo cual hizo violentamente, con anuncios previos y públicos". Ercolini no dispuso su prisión preventiva. Trabó un embargo sobre sus bienes por 5000 pesos."Y llora, llora la puta oligarquía, éste es el pueblo, el pueblo de Cristina", cantaba D'Elía. Sus enemigos de esa noche eran manifestantes opositores que protestaban contra las retenciones al agro. Muchos escapaban ante el avance de los piqueteros. El propio D'Elía se acercaba a grupos y les gritaba en la cara: "¡Piqueteros, carajo!". A uno de los manifestantes le pegó una trompada en el rostro. Todo a metros del Obelisco, sin intervención policial.En su resolución de ayer, Ercolini consideró "acreditado" que el 25 de marzo de 2008, cerca de las 23, D'Elía, "mediante actos de incitación a la violencia, habría provocado [...] temor generalizado, corridas, tumultos y desórdenes". Todo -sostuvo el juez- lo hizo "con el designio final de desplazar a los manifestantes y ocupar territorialmente la plaza".Horas después de conocido el procesamiento, : "EL JUEZ ERCOLINI ACABA DE PROCESARME POR MOVILIZARME CONTRA EL GOLPE". Además, retuiteó un mensaje que decía: "Más acoso judicial: primero contra @BoudouAmado que liquidó las corruptas AFJP y ahora @Luis_Delia, que defendió en la calle la legalidad".La defensa que intentó en la causa el líder piquetero fue la misma: sostener que había actuado para evitar un golpe. "En nombre de todo el pueblo argentino y en defensa del orden democrático", alegó."El descargo se desvanece -afirmó Ercolini en el fallo- por cuanto no se advierte la existencia de...

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