Procesan a De Vido por supuestas coimas en Skanksa, el primer caso de corrupción kirchnerista

El juez federal Sebastián Casanello procesó al ex ministro de Planificación Federal , acusado de haber cobrado sobornos en el marco del caso Skanska, la primera gran denuncia de corrupción de la era kirchnerista.

El procesamiento, firmado anteayer, es sin prisión preventiva, pero esto no modifica la situación de De Vido, quien lleva una semana preso en la cárcel de Ezeiza, a disposición de otros dos jueces federales, Luis Rodríguez y Claudio Bonadio.

Junto con De Vido, Casanello procesó a otros 30 acusados, incluidos el ex secretario de Obras Públicas José López y el ex gerente general de Nación Fideicomisos Néstor Ulloa, quien era el funcionario que disponía del dinero para el pago de las obras de ampliación de los gasoductos. Es en el marco de esas obras en que la constructora Skanska está acusada de haber pagado los sobornos.

El fiscal Carlos Stornelli, que tiene delegada la investigación del caso, había pedido las indagatorias de todos ellos el año pasado. Sostuvo entonces que se había montado una “gran y compleja organización delictual, integrada por funcionarios públicos y particulares”.

A lo largo de este año, 31 acusados declararon en la causa. Anteayer, el juez Casanello firmó un fallo de 273 páginas que repasa el rol de cada uno de ellos y dispone sus procesamientos. Fraude en perjuicio de la administración pública y cohecho son los delitos que le adjudica a De Vido. Casanello dijo que no había un riesgo procesal que justificara procesarlo con prisión preventiva, pero trabó un embargo sobre sus bienes de $ 49 millones.

Según el magistrado, De Vido, como ministro de Planificación Federal, tuvo un “pleno dominio” de los hechos. Diseñó una estructura que le permitiera “licuar su responsabilidad” en sus subalternos, pero siguió siendo él “quien tomaba cada una de las decisiones”.

Entre esas decisiones, el juez incluyó la “modificación de los procedimientos de contratación”, que generaron –sostuvo– “incrementos presupuestarios que se estiman en $ 185 millones”. Casanello afirmó que se alegaron razones de urgencia para “sortear la licitación pública” y poder, de esta manera, elevar los presupuestos originales.

En definitiva, el juez le adjudicó a De Vido haber violado “los intereses públicos en él confiados, direccionando la contratación irregular de Skanska”, y haber perjudicado las arcas públicas “a cambio de la recepción de dádivas”.

Este caso, el más viejo de corrupción que compromete a funcionarios del entonces gobierno...

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