Procesan a Jaime por aceptar dádivas

La situación judicial del ex secretario de Transporte Ricardo Jaime es cada día más complicada. Mientras cinco jueces revisan los miles de mails sobre negocios con el Estado secuestrados de las computadoras de un asesor suyo, Norberto Oyarbide lo procesó ayer, una vez más, por dádivas.El argumento de este nuevo procesamiento ?el segundo por beneficios obtenidos por su condición de funcionario? es que Jaime vivió durante seis años en departamentos cuyos alquileres pagaba y garantizaba una de las empresas que debía controlar, Terminal de Omnibus de Buenos Aires (TEBA), a la que le prorrogó hasta 2015 la concesión de la estación de Retiro.En el mismo fallo, el juez procesó también al empresario Néstor Otero, presidente de la compañía. No hay documentos que acrediten que él, personalmente, avaló ni pagó alquileres, pero para el juez no hay dudas de que Otero estuvo detrás de las dádivas.En primer lugar, porque fueron "directivos jerárquicos" de TEBA quienes oficiaron como garantes de los contratos firmados por Jaime y su mujer, Silvia Reyss. Pero, además, porque se demostró que el dueño de los departamentos fue a cobrar a las propias oficinas de TEBA, dentro de la terminal de Retiro, y que hubo pagos realizados con cheques de Cleanter S.A., una empresa de limpieza que trabaja exclusivamente con la compañía de Otero. "Lo dicho permite sostener -afirmó Oyarbide- que, tras la particular operación de alquiler, se encontraba la decisión del presidente de TEBA de beneficiar al secretario de Transporte."Los departamentos son dos y están en la misma manzana, uno es el 8° A de Cerrito 1518; el otro, el piso 12 de Libertador 654. Reyss firmó el primero de los contratos, por el departamento de Cerrito, en 2003; dos años después, Jaime prorrogó ese alquiler. El garante fue Edgardo Preiti, vicepresidente de TEBA, que ayer también fue procesado. El alquiler mensual, según los documentos de la causa, era de 1200 pesos en el primer contrato, y de 1500, en el segundo.En cuanto al piso de Libertador, Oyarbide sospecha que Jaime vivió allí desde 2007, año en que lo alquiló Alfredo Pielach, un contador que trabajó para TEBA y tiene las oficinas de su estudio dentro de la terminal de Retiro. El fiador era, una vez más, Preiti.La semana pasada, Jaime estuvo en Tribunales y presentó un escrito. En él confirmó que había ocupado el departamento mientras lo alquilaba Pielach, pero dijo que no había sido una dádiva, sino que lo había dejado vivir ahí porque conocía la "delicada...