Procesan a Gils Carbó y el Gobierno quiere reactivar su juicio político

La procuradora general de la Nación, , jefa de los fiscales, luego de que un juez entendió que urdió un plan con un funcionario a su cargo para direccionar la compra de un nuevo edificio de la Procuración por 44 millones de pesos y permitir que un intermediario cobrara una desmedida comisión de casi 8 millones de pesos.

La decisión fue firmada por el juez federal Julián Ercolini, que embargó los bienes de Gils Carbó hasta la suma de 7 millones de pesos. Con este fallo, el oficialismo retomó la idea de impulsar el juicio político de la procuradora. para forzar su alejamiento, pues su mandato es vitalicio.

que aún conserva poder y que lo usa con fiscales leales para impulsar denuncias contra funcionarios de Cambiemos.

Gil Carbó no reaccionó y, en cambio, dio a conocer anoche un comunicado de su abogado, León Arslanian, en el que dice que apelará porque -sostiene- lejos de perjudicar al Estado la compra del edificio lo benefició, y señala que le provoca "suspicacia" que el fallo se conozca antes de las elecciones del 22.

Además de a Gils Carbó, el juez procesó a Guillermo Alfredo Bellingi, subdirector general de la Procuración, quien llevó adelante la compra, y a Juan Carlos Thill, su medio hermano, que actuó como intermediario de la inmobiliaria Jaureguiberry y Asociados, que intervino en la operación. Thill cobró la comisión de $ 7,7 millones, "exorbitante" para Ercolini, pues ascendía al 17 % de la venta, cuando lo usual es el 3 o 4 por ciento.

Además fue procesado Adrián Fisher, encargado por Arfinsa, empresa del grupo Bemberg, dueño del edificio de la operación, y Bárbara Jaureguiberry, de la inmobiliaria.

Las pruebas que Ercolini enumeró para procesar a Gils Carbó se basan en el propio expediente de licitación direccionada y en un cruce de llamadas telefónicas en que se comprobó que desde un celular a nombre de Gils Carbó se intercambiaron mensajes de texto con otro teléfono a nombre de Arfinsa en julio de 2012, un mes antes de que la procuradora asumiera su cargo y antes de la operación.

La procuradora dijo a Ercolini que ese celular lo usaba su hija y que se comunicaba con un compañero del colegio, cuyo padre trabajaba en el grupo Bemberg.

"No es verosímil creer que esos registros de comunicaciones obedezcan a una mera coincidencia, máxime cuando la otra línea telefónica que se conoce como utilizada por la nombrada y cuyas comunicaciones también despiertan sospechas le fue asignada con posterioridad al intercambio de varios de esos...

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