Probó cientos de recetas hasta encontrar el sabor y esponjosidad premiadas: 'El primer pan dulce me salió horrible'
El secreto del Pan Dulce Genovés ganador
"El primer pan dulce que hice me salió horrible. Hacer uno bueno lleva mucho tiempo y práctica", confiesa el panadero Augusto Julián Palombi, de 27 años, luciendo una chaqueta color blanca. Tras aquel traspié, el joven no se dio por vencido y siguió intentándolo: estudió técnicas, practicó con tutoriales de internet e incluso recibió consejos de otros colegas. Se enamoró del pan dulce de estilo genovés tradicional y probó cientos de recetas : combinó naranjas confitadas, nueces, almendras, castañas de cajú, pasas de uva e higos. Hasta que encontró el sabor y la esponjosidad que estaba buscando.
El secreto del Pan Dulce Genovés ganador
Su fórmula resultó perfecta y, en el 2022, tomó coraje y se presentó ante un exigente jurado en el Primer Campeonato Nacional de Pan Dulce en la Expoalimentaria Latinoamericana (FITHEP) y, sin imaginarlo, se quedó con la preciada copa. Hoy, a días de las Fiestas, fecha en la que se forman fila en su pequeña panadería, nos cuenta todos los secretos de este dulce que no puede faltar en el brindis de las doce.
El secreto del Pan Dulce Genovés ganador
"Nos tiramos a la pileta todos juntos"
Augusto es oriundo de Punta Indio, un pintoresco pueblo ubicado a unos 90 kilómetros de La Plata. Sonríe cada vez que habla de su oficio y cuando recuerda sus comienzos es inevitable que pueda contener su emoción: sus ojos claros y sinceros lo delatan. Él ama lo que hace y admite que es un privilegiado "de poder trabajar de lo que le gusta". Desde pequeño siempre tuvo afición por la cocina y junto a su abuela Mari compartían esta pasión: los fines de semana preparaban deliciosos platos y confituras. De fondo siempre estaba encendida la televisión con programas de cocina como Utilísima y El Gourmet. Al jovencito le encantaba mirar a sus ídolos: Juan Manuel Herrera, los hermanos Petersen y Osvaldo Gross. "Mi sueño siempre fue dedicarme a la gastronomía pero a los 16 años tuve la oportunidad de entrar a trabajar en una panadería y ahí se despertó esta nueva pasión. El simple hecho de pensar que con solo agua, harina, sal y levadura sale una obra tan maravillosa como el pan me voló la cabeza ", relata. Dos años más tarde, se le ocurrió una fantástica idea: vender churros artesanales por la playa.
El secreto del Pan Dulce Genovés ganador
Sin embargo, el joven no tenía ahorros para poder financiar su emprendimiento. Su único capital era una motocicleta. Le costó la decisión, pero optó por...
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