Problemas de tamaño por pensar en chico y en el ayer

La empresa de fertilizantes Mosaic, que abastece a la mitad de la demanda de fosfatados del país, decidió levantar campamento y puso en venta lo que dejó de serle un negocio rentable en la Argentina. La causa: el agro argentino le quedó chico. Parece una broma. Sin embargo, ya no sorprende porque no es el primero de los sinsentidos. ¿O no fue una broma que algún día iba a faltar el trigo en la Argentina? ¿Y lo que ocurrió con la carne?Bromas aparte, lo cierto es que con la salida de Mosaic del país terminó lo que en teoría no podía ser otra cosa que un matrimonio perfecto: "Ella", la gran productora de granos con 30 millones de hectáreas para fertilizar y "Él", el mayor productor de fósforo del mundo. Y no es que "Él" no le haya puesto garra a la relación. Se comprometió con inversiones para instalar la logística más eficiente para el manejo de medio millón de toneladas de fertilizantes con una planta, un puerto y un depósito a pocos kilómetros de Rosario. "Ella", en cambio, prometió mucho más de lo que terminó cumpliendo. Las expectativas que despertó con sus planes de superar los 100 millones de toneladas de granos y alcanzar rápidamente los 150 millones nunca se convalidaron con un mercado de fertilizantes que no llegó a despegar de los tres millones de toneladas. Muy lejos de los cinco millones de toneladas que esperaba "Él" al momento de firmar los papeles. Pero ¿cómo iba a imaginar la reducción de superficies de los cultivos de trigo y maíz, grandes consumidores de fertilizantes, debido a las políticas de exterminio del Gobierno?El divorcio entre Mosaic y la Argentina por problemas de tamaño dispara una serie de inquietudes: ¿somos realmente chicos? ¿El agro crece o se encoge?Al respecto, esta semana dos empresarios del sector devenidos en filósofos practicaron sus respuestas. Para Juan Amadeo, director técnico de Gentos, el problema es cómo se piensa. "Constantemente pensamos en chico; es hora de que en el campo comencemos a pensar en múltiplos, en grande", dice. Entre otras cosas y a partir de casos testigos, Amadeo imagina una Cuenca del Salado praderizada con forrajeras de alta productividad que reemplacen al campo natural y tripliquen la producción de carne.En cambio, para Reynaldo Postachini, vicepresidente de Claas Argentina, la cuestión pasa por pensar para adelante y dejar de perder el tiempo mirando con el retrovisor. Por ejemplo, si...