El problema del uso político de los arrepentidos

El espectáculo que ofrece la vida pública, en una campaña electoral que se presenta como decisiva, no es el más edificante. El debate político tiene como escenario principal los tribunales federales. Allí se libra una batalla en la que los dos mayores contendientes, el Gobierno y el kirchnerismo, apelan a todos los recursos. Los feligreses de intentan que la investigación sobre las actividades del espía Marcelo D’Alessio se convierta en una causa espejo de la que se inició con los cuadernos del chofer . La simetría se constituye sobre un eje lamentable. En los dos casos se modulan las declaraciones de arrepentidos para imponer a los expedientes una orientación facciosa.En los dos aparecen, hiperactivos, los servicios de espionaje. Las revelaciones de Centeno tuvieron una derivación imprevista: hicieron que a Mauricio Macri le estallara la Agencia Federal de Inteligencia ( ). Tanto como pidieron hace 15 días su disolución. Desde la Casa Rosada ni les contestaron.Ahora se presume, por la confesión de uno de los imputados ante el juez de Dolores, Alejo Ramos Padilla, que los ministros de la Corte y habrían sido espiados por un aparato clandestino con terminales en el propio Gobierno. Un motivo más para convulsionar al máximo tribunal. Los responsables de la AFI, Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, se presentarán hoy ante la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos de Inteligencia para exculparse de las alarmantes irregularidades.El escándalo por la utilización política de los servicios de inteligencia se potenció con la declaración de un exagente de la AFI, Hugo Rolando "Rolo" Barreiro, en el juzgado de Dolores. Barreiro, que estaba prófugo, se ofreció como arrepentido. Aún no consiguió esa condición. En su catarsis, admitió trabajar para D’Alessio, quien operaba con los excomisarios bonaerenses Ricardo Bogoliuk y Aníbal Degastaldi.Las tareas eran reportadas, según Barreiro, a Majdalani; a su jefe de Gabinete, Darío Biorci, y al agente Pablo Piramonti. Casado con la hermana de Majdalani, Biorci sigue en la AFI a pesar del decreto contra el nepotismo. Exhibe un antecedente que lo familiariza con la cultura actual del organismo: fue directivo de Platense, a pesar de ser hincha de Boca.Lo más relevante de la declaración de Barreiro: consignó que D’Alessio espiaba a Rosenkrantz y Rosatti. En este contexto hoy atestiguará el exsocio de Rosenkrantz Gabriel Bouzat, otra víctima. Los dos magistrados se presentarían en Dolores como...

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