De Pringles a Mónaco: estuvo a punto de ser tenista profesional, se reinventó y la vida le dio una alegría impensada
Dante Bottiti, con el Madison Square Garden de fondo: su vida es 100% tenis
La vida del deportista profesional requiere de una gran dedicación y una fortaleza mental implacable. Sobre todo en el tenis, donde el juego individual lo es todo. Un porcentaje pequeño de quienes lo intentan llegan al objetivo y los que no deben reinventarse y hallar su camino. Dante Bottini supo compartir cancha con referentes del tenis nacional e internacional y, tras su decisión de dejar la actividad, dio un giro rotundo a su profesión y encontró en el coach la función que lo llevó a los lugares más importantes del mundo.
Nacido y criado en Coronel Pringles, pueblo del sur de la provincia de Buenos Aires, desde muy pequeño supo que la raqueta y la pelota amarilla guiarían su vida. "A los cuatro o cinco años, mis viejos me mandaron a la escuelita de tenis del Club de Pelota con el profesor Alberto Maronna de Bahía Blanca y desde ahí me enamoré del deporte" , contó el propio Bottini a LA NACION , mientras aguarda en un aeropuerto internacional la salida de su próximo vuelo.
En medio de los ruidos de valijas que van y vienen, murmullos de miles de turistas y el altavoz con anuncios que invaden la llamada, Dante se toma un tiempo para recordar sus inicios: "Después de esos primeros pasos seguí en el otro club del pueblo, Alem. Pero como el nivel de la ciudad estaba pasando por un mal momento, a los 9 o 10 años empecé a viajar todos los fines de semana a Bahía Blanca para medirme con chicos mejores y poder progresar".
"A esa edad ya sabía que me quería dedicar a esto, empecé a competir en los primeros torneos Nacionales y a los 13 me mudé a Buenos Aires", continuó.
Dante Bottini emigró a Europa a sus 16 años en busca de su sueño
Su progreso lo llevó a la posibilidad de afrontar desafíos por el continente. Pero el tenis es una disciplina que requiere de un esfuerzo económico muy importante para poder crecer y Dante debió dar un nuevo paso hacia torneos sudamericanos . De esta manera realizó dos giras y se midió con los mejores de su camada en el emblemático Orange Bowl, en Estados Unidos. "Si bien para ese torneo me gané los pasajes en una competencia anterior, mis viejos hacían todo el esfuerzo y me bancaron en todos esos viajes, sabiendo que era algo muy grande económicamente", rememoró.
Sus buenos resultados y su crecimiento lo llevaron a un nuevo escalón en la persecución de su objetivo: Europa . "Con la intención de dedicarme profesionalmente a la ATP tuve que...
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