Los primeros santos de Francisco

ROMA.- http://www.lanacion.com.ar/1581299-dos-monjas-latinoamericanas-entre-los-primeros-santos-de-la-era-franciscoproclamó ayer a más de 800 nuevos santos. En la primera canonización de su pontificado, elevó al honor de los altares a dos monjas latinoamericanas y a cientos de italianos que fueron decapitados por negarse a convertirse al islam en 1480, en Otranto.Había sido Benedicto XVI, papa emérito, quien había aprobado el martirio de estos 800 beatos de Otranto el 11 de febrero pasado. Pero ese acto había quedado totalmente opacado al coincidir con el inesperado anuncio de su renuncia.Una monja colombiana, que se convirtió en la primera santa de ese país, y otra mexicana, ambas fundadoras de congregaciones religiosas en el siglo XX, completaron la canonización.http://www.lanacion.com.ar/1580191-ante-100000-fieles-el-papa-pidio-por-la-argentinaentre ellas cientos de colombianos y mexicanos venidos para la ocasión y a los que se sumó el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y demás delegaciones oficiales, el Papa concelebró junto a cardenales, obispos y sacerdotes de esos países. Tras el rito de la canonización, que fue en latín, al igual que la celebración eucarística, el Papa dio un vibrante sermón.Pronunciado en italiano y por momentos en español al hablar de las santas latinoamericanas, la homilía se centró en la "fiesta de santidad" que se estaba celebrando.El Papa recordó a los 800 mártires de Otranto, que "se negaron a renegar de su propia fe y murieron confesando a Cristo resucitado"."¿Dónde encontraron la fuerza para permanecer fieles?", se preguntó Francisco. "Justamente en la fe, que nos hace ver más allá de los límites de nuestra mirada humana, más allá de la vida terrena", contestó."Mientras veneramos a los mártires de Otranto, pidamos a Dios que sostenga a tantos cristianos que, precisamente en estos tiempos, ahora, y en tantas partes del mundo, todavía sufren violencia, y que les dé el valor de ser fieles y de responder al mal con el bien", invitó.Al evocar luego a la colombiana Laura Montoya y Upegui (1874-1949), fundadora de la congregación de las Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena, destacó cómo fue instrumento de evangelización. Primero como maestra y después como madre espiritual de los indígenas."Esta primera santa, nacida en la hermosa tierra colombiana, nos enseña a ser generosos con Dios, a no vivir la fe solitariamente, como si fuera posible vivir la fe aisladamente, sino a comunicarla, a irradiar la...

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