Presidentes en la tormenta. Luis Sáenz Peña, historia de una gestión débil
El Berlinés
Luis Sáenz Peña es, hoy, un presidente poco recordado y, en su época, muy vilipendiado. Según sostuvo el historiador Ezequiel Gallo : "Nunca el país había contado con una presidencia tan débil, hasta el punto que la administración de Sáenz Peña se caracterizó por la prevalencia de un estilo más cercano a un régimen parlamentario que a un sistema presidencialista". Su presidencia fue corta dado que renunció dos años después de asumir y se convirtió en el segundo presidente, luego de Juárez Celman, en renunciar al sillón de Rivadavia .
En 1892, la fórmula Luis Sáenz Peña-Uriburu triunfó con muy poca oposición. Su llegada al poder fue producto de acuerdos y "roscas" que incluyeron el desplazamiento de su hijo, Roque Sáenz Peña, como candidato a la presidencia. ¿Cómo fue esa historia de ruptura filial? En ese momento, dentro del Partido Autonomista Nacional (PAN) había surgido una facción, denominada "modernista", que reivindicaba la gestión política del caído Juárez Celman.
Su presidencia fue corta dado que renunció dos años después de asumir y se convirtió en el segundo presidente, luego de Juárez Celman, en renunciar al sillón de Rivadavia.
Este grupo se oponía a la política de acuerdos y de conciliación que intentaban llevar adelante Roca y Pellegrini. Éstos últimos habían pactado con Mitre, líder de la naciente Unión Cívica Nacional, otorgarle la candidatura presidencial del PAN a cambio de que aceptara un vicepresidente leal a Roca. Contrarios al acuerdo, los modernistas decidieron candidatear a Roque Sáenz Peña, hijo de Luis Sáenz Peña. Para evitar la competencia en la elección y bajar la candidatura de Roque, el "zorro" Roca y Mitre propusieron como candidato a Luis Sáenz Peña. Roque terminó declinando su candidatura, habilitando el triunfo de su padre.
La manera en que llegó al poder se convirtió en uno de los cuestionamientos preponderantes durante su gobierno.
Luis Sáenz Peña asumió en un país signado por la crisis económica y política que se había desatado en 1890. La expectativa era que el nuevo presidente trajera el orden y terminara con los conflictos internos. No obstante, toda su presidencia estuvo signada por levantamientos armados en numerosas provincias. Dicha inestabilidad se debió, según sostuvo Paula Alonso en su libro Entre la revolución y las urnas, a la ruptura de la coalición entre roquistas y mitristas que le había permitido llegar al poder, dejando a Sáenz Peña sin base política propia. Dificultades de...
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