Presidentes en la tormenta. Arturo Illia, un dirigente calmo para un país intenso

Arturo Illia abandona la Casa de Gobierno el 28 junio de 1966 luego de ser derrocado por un golpe militar, encabezado por el general Juan Carlos Onganía

No es fácil encontrar un presidente más denigrado y atacado durante el ejercicio del poder que Arturo Umberto Illia . Atravesó tormentas desde todos los frentes: sindicatos, peronismo, empresarios, prensa y militares. Fueron dos años y ocho meses de presidencia que no dieron tregua al conflicto político . En ese clima de crispación, Illia intentó poner paños fríos y fue acusado de adoptar una actitud pasiva . Así lo entiende la politóloga Catalina Smulovitz que en una entrevista para el podcast La Banda Presidencial sostuvo: "La lentitud era una estrategia específica de apaciguamiento de los conflictos políticos". Un presidente calmo para un país intenso. Una combinación difícil de sostener que terminó estallando en el golpe militar de 1966 .

Las dificultades que se le presentaron podían preverse desde el momento en que fue electo en 1963. Por la proscripción del peronismo, Perón llamó a votar en blanco. En el resultado final, la Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP), con la fórmula Illia-Perette, obtuvo un 25% de los votos totales, mientras que el voto en blanco quedó como "segunda fuerza" al alcanzar un 19%. Dado el escaso porcentaje de votos y el peso del voto en blanco, Illia tuvo que negociar el apoyo de la Federación de Partidos de Centro, el Partido Socialista Democrático y el Partido Demócrata Cristiano para que su fórmula fuera electa en el Colegio Electoral. Finalmente, logró sentarse en el sillón de Rivadavia, pero asumió con una débil legitimidad de origen. La pregunta que surgía era si iba a poder construir su legitimidad en el ejercicio del poder.

Los primeros enfrentamientos se darían con empresarios y sindicatos. Entre las medidas que más irritaron al sector empresarial se encontraban la anulación de los contratos petroleros con empresas extranjeras

Los primeros enfrentamientos se darían con empresarios y sindicatos. Entre las medidas que más irritaron al sector empresarial se encontraban la anulación de los contratos petroleros con empresas extranjeras y la ley que congelaba el precio de los medicamentos. Sostenían que el gobierno no generaba las condiciones necesarias para el desarrollo del capitalismo.

Sin embargo, sus preocupaciones no se reflejaron en los índices económicos del período: entre 1964 y 1965 se registró una recuperación que promedió cerca de un 10% de...

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