Presente y futuro del cine nacional

Thierry Fremaux estuvo hace muy poco en Buenos Aires. El hombre fuerte del Festival de Cannes suele andar por aquí en esta época del año, pero de un modo silencioso y anónimo. Se guarda el alto perfil para cuando regresa a presentar una semana de preestrenos con grandes títulos de Cannes que él mismo se ocupa de programar y para ocupar la primera fila de Ventana Sur, el mercado cinematográfico más importante de América latina surgido en 2009 de un impulso conjunto entre Cannes y el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa).

Quienes trataron a Fremaux en su breve paso por Buenos Aires lo vieron un poco contrariado por la imposibilidad de contar con Zama para Cannes 2016. La ambiciosa película de Lucrecia Martel, basada en el relato de Antonio Di Benedetto, es la producción argentina de la que más se viene hablando en el mundo y hasta hubo algún influyente blog especializado de Estados Unidos que la incluyó entre las potenciales candidatas antes de que se confirmara oficialmente que por compromisos personales de la directora el estreno de Zama quedará postergado para el año que viene.

Todo indica que el cine argentino no tendrá este año en Cannes la elevada exposición de las dos ediciones anteriores, marcadas por la magnética presencia de Relatos salvajes en la competencia oficial de 2014 y el gran triunfo de La patota en la Semana de la Crítica de 2015. Su director, Santiago Mitre, retornará a la Costa Azul el mes que viene, ahora como integrante del jurado de esa prestigiosa sección paralela.

Allí se cruzará más de una vez con Alejandro Cacetta, el presidente del Incaa, que ya tiene una agenda armada de actividades y encuentros. Lo más probable es que esta vez no haya títulos argentinos en competencia, pero Cacetta es optimista hacia adelante. Augura que en los otros grandes festivales internacionales que se concentran en la segunda mitad del año (Toronto, Venecia, San Sebastián) habrá cine argentino ocupando los primeros planos. Esa perspectiva, que puede surgir de títulos que todavía no conocemos, está en línea con la significativa proyección del cine argentino en el mundo alcanzada en los últimos años.

Desde que se instaló a principios de enero en el despacho principal del edificio de Lima 319, Cacetta lleva adelante un trabajo de ordenamiento de números y estructuras que buscan concretar en los hechos los objetivos que se fijo al aceptar el cargo. En la conversación mano a mano con el funcionario, esas metas aparecen casi...