El premio consuelo fue para Australia

AUCKLAND, Nueva Zelanda (De un enviado especial).- All Blacks, All Blacks, All Blacks... El reloj marcaba el minuto 77 cuando de pronto retumbó en el Eden Park un canto que nadie esperaba. El público, mayoría neozelandeses, mandaron un mensaje inequívoco a sus jugadores. "El domingo, cueste lo que cueste, tenemos que ganar", sería la traducción. Es que así están las cosas por estos lares. Ni siquiera se respeta la fiesta ajena, menos si el ganador es encima Australia, enemigo número uno de los kiwis.En medio de la ansiedad por la gran final se jugó el encuentro por el bronce. Los Wallabies se consagraron terceros del Mundial, tras vencer a Gales por 21 a 18. Con un arranque a todo ritmo, los australianos entraron en el campo de juego con el objetivo de golpear rápido. Con un Quade Cooper muy enchufado, dominaron en el comienzo hasta que llegaron las malas noticias. Primero fue Kurtley Beale. El fullback se resintió de su lesión y salió a los ocho minutos. En la siguiente acción, Cooper aguantó la presión de la marca, juntó a los dos centros y le colgó el pase a Barnes, que sólo tuvo que apoyar.La reacción de Gales fue inmediata: anotó tres puntos gracias a la puntería de James Hook, que estuvo errático...