Entre el pragmatismo y el cálculo, un voto opositor incómodo

Pregunta incómoda para los legisladores que responden a , a y, por qué no, a unos pocos radicales: ¿cómo hubiesen votado en realidad en la hipótesis de que al oficialismo le hubieran faltado votos para aprobarlo?"Yo lo hubiese votado a favor", se sinceró, sin ambigüedades, un encumbrado diputado del Frente Renovador. "Es fundamental cerrar este conflicto, por más que se trate de un mal acuerdo. Por el bien del país, para que podamos ingresar en el mercado de capitales", agregó.Fue una confesión en off the record, por supuesto. Porque, a la hora de votar, el massismo se abstuvo. La misma postura que adoptó el bloque de Pro con similares argumentos. De hecho, el diputado de Pro Federico Sturzenegger, miembro informante de la bancada, lo reconoció en el recinto, cuando dijo que el problema de YPF "es un capítulo que debe ser cerrado, porque los costos de dejar este proceso en su situación actual son mayores que los que acarrearía no hacerlo".Gilberto Alegre, la voz del massismo en este tema en el recinto, coincidió. "Arreglar con Repsol es necesario y conveniente. El que expropia debe pagar. La Argentina debe volver al mundo y arreglar la situación con los acreedores externos", expresó.Con estos argumentos, La respuesta es política: para no quedar pegados, en pleno ocaso del Gobierno, con un kirchnerismo en decadencia. Esto hubiera implicado un enorme costo político para ambos bloques opositores. Sobre todo para Massa, cuya obsesión proselitista pasa por mostrarse lo más alejado posible del oficialismo.Pero hay otro detalle que no es menor: tanto Pro como el Frente Renovador se abstuvieron a sabiendas de que la votación no corría peligro para el oficialismo, ya que con sus aliados reunía la mayoría necesaria para aprobar el proyecto.Por estas razones, ambos bloques se dieron el lujo de transitar por el camino intermedio: exhibir hacia los sectores de poder de la Argentina y del mundo una visión pragmática al admitir la...