Del potro y la noche celeste y blanca

MIAMI.- La primera noche del segundo Masters 1000 del año se tiñó de celeste y blanco. Por Juan Martín del Potro. Por Guido Pella. Y hasta por el umpire, Damián Steiner. El Miami Open planificó una función especial para su jornada de apertura. Camisetas del seleccionado nacional, de River, de Boca y de San Lorenzo, entre otras, invadieron la zona comercial y los patios de comida del Crandon Park. El castellano se escuchó, prácticamente, más que el inglés. Luciana Aymar, ex Leona, y Paola Suárez, ex número uno de la WTA en dobles, se pasearon divertidas entre la multitud. También Gastón Gaudio recorrió las canchas. Todo en una jornada en la que Del Potro tuvo una actuación especial. Por reaparecer en el torneo que la temporada pasada lo despidió con muchas dudas antes de pasar por el quirófano. Y por lo contundente de su rendimiento, venciendo a Pella, nada menos, el mejor rankeado de nuestro país (39°), por un claro 6-0 y 7-6 (4), en 1h28m.

"En estos partidos juega mucho el aspecto mental", le había contado el bahiense a LA NACION, unas horas antes de ingresar en el court central de Key Biscayne y tras entrenarse intensamente con David Ferrer. Y, efectivamente, tenía razón. Luego de la presentación con música de ACDC, durante el primer set que perdió en apenas 29 minutos, el hombre que debutó con sapiencia en la Copa Davis durante la última serie ante Polonia, lució nervioso, errático, contenido. Intentó buscar el revés de Del Potro, el golpe que hace con slice o que todavía pega sin naturalidad ni potencia cuando lo hace a dos manos, pero sólo le provocó cosquillas al tandilense. El ex número 4 del circuito, literalmente, liquidó a palazos a su rival. La Torre empezó sacando y le rompió el servicio inmediatamente a Pella, en el segundo game, y también lo hizo en el cuarto juego. El poder del drive y el saque (76% de puntos ganados con el primer servicio) provocaron mucho daño en Pella, que contó con dos posibilidades de break-point en el tercer game, pero Del Potro los salvó a pura potencia. El jugador entrenado por Gustavo Marcaccio terminó el primer parcial con cuatro doble faltas, un 58% de primeros saques y un 35% de puntos sumados con el primer servicio. Números muy pobres en su tercera aparición en el cuadro principal de Key Biscayne (llegó a la segunda rueda en 2013 y perdió en primera en 2014).

Con el capitán nacional de Copa Davis, Daniel Orsanic, en las tribunas, Pella en el segundo parcial se soltó más. Pero sólo un poco más. Ya...

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