Sueños postergados: estado de parálisis en la obra pública

Pasó decenas de veces en la historia de la Argentina. Y en este 2014 de caída de la actividad con inflación, vuelve a pasar una vez más. Los se derriten con el paso caliente de la inflación. Los aumentos de precios se comen los presupuestos; las fórmulas de actualización no alcanzan a empardar la cuenta y las administraciones son remolonas a la hora de apurar . Y como si fuera poco, el dinero no alcanza para mantener el ritmo. Sin financiamiento, muchos proyectos sólo quedan en eso.La obra pública ha entrado en un vertiginoso momento de incertidumbre. Los grandes proyectos, anunciados una, dos y hasta ocho veces, están paralizados. Los medianos se ralentizaron. Apenas los chicos se mantienen con cierta inercia, producto de los pagos que tratan de mantener a flote muchas pymes constructoras.En los primeros dos meses del año, los datos que compila el Gobierno muestran la caída. "El Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC), en el mes de febrero de 2014 con respecto a igual mes del año anterior, bajó 5,2% en términos desestacionalizados y 5,5% en la serie con estacionalidad", reconoce el Indec en el informe difundido a fines de marzo. En febrero el despacho de asfalto cayó 19% frente al mismo mes de2013. "Llovió casi todo febrero y eso impacta en los despachos", explican cerca de YPF, principal proveedor de la materia prima por excelencia del mundo vial. Los argumentos podrían refutarse con los datos de un soleado enero: la caída fue de 6,9 por ciento.De los fríos números que se desprenden del presupuesto surge que la prioridad está en los subsidios: mientras que en 2006 por cada peso de inversión había 1,5 en subsidios, en 2013 la cuenta terminó en 3,2 pesos a uno de inversión. De ese monto, la obra pública es sólo una parte.La relación entre subsidios y bienes de capital es determinante a la hora de ver las prioridades presupuestarias de la gestión. Según datos del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), la inversión real directa representó desde 2006 entre el 5 y el 6% del gasto primario. Entonces, los subsidios eran el 8% de esas erogaciones. Pero los tiempos y las urgencias cambiaron. El año pasado, en las transferencias a las empresas privadas para sostener las tarifas se fueron 18 de cada 100 pesos que se giraron.Sin embargo, Andrés Cambouleyrón, ingeniero industrial y economista especialista en regulación económica, apunta otro gran tema por considerar: "Más allá de tener en cuenta el monto total de la inversión, hay que medir la...

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