La política fue el centro de la escena inaugural de la Feria

Aroma de fin de ciclo político y recuperación del ánimo del sector privado para reclamar acciones en beneficio del mercado editorial. La 41a. Feria Internacional del Libro de Buenos Aires se inauguró anoche con una marea de discursos en los que abundaron el recuento de virtudes del gobierno nacional y las necesidades de los empresarios de reformular aspectos impositivos para sostener la actividad.

En el medio, y porque México DF es la ciudad invitada de honor, se colaron la tragedia de los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa y el recuerdo y el agradecimiento para ese sitio de muchos exiliados latinoamericanos que dejaron sus países en los días de las dictaduras.

Tras el minuto de silencio para recordar a Eduardo Galeano, que murió en Montevideo hace pocos días, la Sala Jorge Luis Borges fue escenario de la contienda política, signada por dos cuestiones clave: faltan horas para las PASO en la ciudad y los funcionarios nacionales y porteño que hablaron ante el público no estarán en sus puestos en la próxima feria.

Anoche, el público ocupó todos los asientos del ex pabellón Frers y no fue necesario seguir el acto de pie como otros años. Algunos hasta se atrevieron a interrumpir a Franco Vitali, secretario de Políticas Socioculturales del Ministerio de Cultura de la Nación. "Queremos a Tito Cossa", gritaron desde el fondo de la sala, cuando el discurso del representante de Teresa Parodi se extendía en una amplia defensa de la gestión kirchnerista, que iba mucho más allá del tema convocante y que se llevó el récord de orador de la noche.

El presidente de la Fundación El Libro, Martín Gremmelspacher, presentó las preocupaciones del sector. Habló de "la pérdida de los incentivos impositivos, como el recupero del IVA papel, o el sobrecosto que les significa a los libreros el IVA a los alquileres, que no pueden desgravar por tratarse de una actividad exenta". Y añadió: "Las asimetrías impositivas han generado una pérdida de competitividad internacional".

El secretario de Cultura de México DF, Eduardo Vázquez, habló de la violencia de su país y de las desapariciones en Ayotzinapa -"atroz realidad que no vamos a negar"- y recordó a México como la "tierra de migraciones y de asilos".

El ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, le puso énfasis y números al discurso. "Sería breve si viniera a título personal, pero vengo en nombre del Gobierno, que...

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