Policías arrepentidos dieron las pistas para avanzar en el escándalo judicial en San Isidro

"Extorsionaban a inocentes y culpables. Se dedicaban a recaudar dinero. Se guardaban droga secuestrada en procedimientos para después armar causas y exigir dinero a las personas que le plantaban los estupefacientes. No discriminaban a sus víctimas, podían ser o personas que no tenían vínculo con el delito, pero sí un importante nivel de vida".Así, según dijo a LA NACION el abogado Damián Odetti, actuaba la banda de policías, abogados y que comenzó a ser desbarata en las últimas horas cuando la jueza federal de Sandra Arroyo Salgado, a pedido del fiscal Fernando Domínguez, ordenó la detención de 24 sospechosos.Odetti es denunciante y querellante en la causa que tramitan la jueza Arroyo Salgado y el fiscal Domínguez. En el expediente está imputado el fiscal Claudio Scapolan, que estaba a cargo del Área Ejecutiva de Investigaciones Criminales de San Isidro, aunque la acusación por presunto armado de causas junto a policías tiene relación con su trabajo al frente de la ex Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Investigaciones Complejas de ese departamento judicial.Para avanzar en la causa, según informaron a LA NACION fuentes con acceso al expediente, fueron clave las declaraciones de policías bonaerenses que se presentaron como arrepentidos."Un policía que declaró como arrepentido conocía con mucha exactitud como funcionaba la asociación ilícita por dentro", dijo una fuente del caso.Otro uniformado que trabajó más de 20 años en una dependencia de la policía bonaerense en San Isidro dio detalles de la organización criminal. Relató, según fuentes con acceso al expediente, como capos narcos salían de la cárcel después de hacer un arreglo por dinero y sostuvo, además, que muchas supuestas denuncias anónimas que son el origen de causas por en realidad eran realizadas por los propios policías.El viernes, por orden de la jueza Arroyo Salgado, detectives de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal Argentina (PFA) hicieron 34 allanamientos y detuvieron a 12 de los imputados, entre ellos comisarios, subcomisarios y dos secretarios de Scapolan, los funcionarios judiciales Gustavo Sanvitale y Maximiliano Jarisch. El fiscal no fue detenido porque, por su cargo, tiene fueros.Entre los imputados con orden de captura hay tres abogados. Entre ellos un letrado que defiende a sindicados líderes narcos. "Uno de esos narcotraficantes fue extorsionado por la banda que ahora es investigada. Le exigían dinero para no meter presa a su familia"...

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