En un Estado policíaco

Casi sin respiro, el gobierno nacional suma restricciones a las libertades más básicas de los ciudadanos, como la de poder utilizar el dinero que ganan en aquello que necesitan o les plazca hacer.Las restricciones a las importaciones fueron los primeros "corralitos" que afectaron y aún afectan tanto a quienes necesitan traer del exterior insumos para producir o de reemplazo y, en los casos más graves y sólo por citar un ejemplo, medicamentos para el tratamiento de enfermedades crónicas.Pero no ha sido ésa la única libertad cercenada. El cepo cambiario en un contexto económico del país en el que nada justifica adoptar este tipo de absurdas restricciones está dejando a numerosas personas sin la posibilidad de adquirir moneda extranjera, no sólo para atesorarla o para especular como quieren mostrar algunas de las voces más recalcitrantes de la épica autoritaria del kirchnerismo, sino para cumplir con compromisos preacordados, cerrar operaciones de compraventa o, como ha pasado esta última semana, para pensar en unas vacaciones fuera del país.La larga mano confiscatoria del Gobierno se está metiendo en cuestiones básicas de las libertades individuales. Hay jubilados que tienen serios problemas para hacerse de los dólares y de los euros que cobran del exterior. Otros muchos pensionados que viven fuera del país no están pudiendo cobrar sus haberes en moneda extranjera en cajeros automáticos pues, al intentar extraerlos de las cuentas en la Argentina donde la Anses se los deposita, la AFIP les responde que su capacidad económica es insuficiente.Por empezar, la AFIP ni siquiera debería inmiscuirse en estas cuestiones, pues no es el organismo legalmente autorizado para hacerlo. Por ley, sólo al Banco Central le corresponde fijar la política cambiaria y realizar los controles que hagan falta.Así, la AFIP se ha arrogado otra facultad que no tiene y ha convertido los controles en una persecución digna de un Estado policíaco. ¿De qué otro modo se puede definir la operatoria a la que hoy se ven sometidas muchísimas personas que necesitan sólo comprar moneda extranjera para o por la razón que fuera? ¿Por qué motivo la AFIP tiene que saber quién es el que sale del país, con quiénes y para qué; cuánto tiempo estará afuera, dónde se alojará y con qué operador turístico realiza la transacción?¿Por qué negarle a una persona que ha ahorrado toda su vida en pesos para poder viajar al exterior la posibilidad de comprar dólares porque, según las constancias de ese organismo, su...

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