El polémico abogado creó unas 12 sociedades offshore por año

El abogado clave en la expansión de Lázaro Báez que permanece desaparecido, Jorge Oscar Chueco, participó como intermediario en la Argentina para abrir sociedades offshore a través de Mossack Fonseca, el estudio jurídico panameño especializado en crear firmas en paraísos fiscales, según se desprende de la información exclusiva de los Panamá Papers a la que accedió LA NACION.

Chueco mantuvo al menos cuatro reuniones con los oficiales de Mossack Fonseca en Buenos Aires durante los últimos años, según relataron los empleados de ese estudio después de esos fructíferos encuentros. A tal punto que el abogado, de fluidos contactos con la Casa Rosada durante el kirchnerismo, creaba en promedio unas 12 sociedades offshore por año, de acuerdo con la información que se desprende de los registros internos de Mossack Fonseca a la que accedió este diario, sobre la base de los documentos provistos por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) y el diario alemán Süddeutsche Zeitung.

El vínculo entre el abogado de Báez llegó a ser tan fluido que sus contactos dentro de Mossack Fonseca le acercaron "información general sobre Hong Kong y Nevada", dos de los grandes centros de operaciones societarias y financieras del mundo.

Chueco quedó identificado como intermediario con el número 10.964 de Mossack Fonseca a partir del primer encuentro, en 1999, y desde entonces figura en varios de sus listados de clientes, incluso para gestiones administrativas, como la entrega de un regalo de fin de año.

Los emisarios del estudio panameño volvieron a encontrarse con Chueco en 2002 y en ese entonces los empleados lo describieron como una persona "cordial" que contaba con una "buena apariencia"; luego le entregaron información para operar en Nevada y Hong Kong.

Los encuentros se repitieron de manera cíclica. También se entrevistaron el 17 de abril de 2006 y el 15 de septiembre de 2010 en las oficinas del estudio Jorge O. Chueco y Asociados de la calle Paraguay al 1200. Este último encuentro sucedió apenas unos meses antes de la venta de la financiera SGI de Puerto Madero, más conocida en el ambiente como La Rosadita.

El fiscal José María Campagnoli aseguró en su dictamen de la causa conocida como "la ruta del dinero K" que Federico Elaskar, entonces dueño de La Rosadita, había sufrido una presunta extorsión por parte de Chueco y el contador de Lázaro Báez, Daniel Pérez Gadín, para forzarlo a entregar el control de la...

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