Poder: cómo opera la política en la barra de Laferrère

Combis que siguen el itinerario microcentro-Laferrère. Remises ilegales. Pegatina de afiches al servicio de la política. Los cerca de 500 integrantes de la barrabrava del club de La Matanza se repartirían un negocio cercano a los 30 millones de pesos por año. La cifra puede aumentar: el período electoral es el caldo de cultivo para actos y manifestaciones que abrevan del paraavalanchas para contratar mano de obra barata.

"La política está en todo", grafica un dirigente que estuvo informado en todo momento sobre los graves incidentes de anteayer en el Morumbí -como le dicen al estadio de Laferrère- durante el partido con Dock Sud. La política está, por ejemplo, en la reacción del gobernador Daniel Scioli para aplicar rápidamente sanciones (ver aparte). La política se refleja en los sponsors del club. Debajo del logo del Bingo Mirador aparece la sigla del Sindicato de Empleados y Obreros de Comercio y Afines: SEOCA. Su secretario general es Julio Rubén Ledesma. Quienes este verano hicieron el trayecto Buenos Aires-Mar del Plata conocen su rostro. Se lo ve sonriente en los carteles que promocionan la candidatura a presidente de Sergio Massa por el Frente Renovador. Ledesma es precandidato a intendente de La Matanza por el mismo espacio. "Sólo soy sponsor de Laferrère, como lo soy de Ituzaingó, Nueva Chicago y Almirante Brown", se defiende el sindicalista en diálogo con este diario. Al ser consultado sobre los otros negocios parafutbolísticos de los que se nutre la barra brava de Laferrère (transporte ilegal, pegatinas y hasta un supuesto control del ingreso y egreso de camiones en la Nave 8 del Mercado Central), Ledesma afirma: "No tengo la certeza, pero lo del transporte es así. Nunca los contraté en ninguna interna. Los barras no suman votos".

Las ganas del massismo de hacer pie en La Matanza con candidatos propios tropezaron contra un incidente el año pasado. Miguel Saredi, ex hombre de Guillermo Moreno en el Mercado Central, hizo en 2013 una recorrida por el centro de Laferrère acompañado por el presidenciable Massa. La barra brava del club pululó por los alrededores de la comitiva durante todo el acto. De repente, una lluvia de piedrazos certificó lo que muchos pensaban: el Frente Renovador no era bienvenido en el feudo de Espinoza. Entonces, Saredi acusó a la barra de otro club de la zona, Almirante Brown. Pero, en diálogo con LA NACION, aceptó que la política contrata a los hinchas violentos como mano de obra. "La hinchada de Almirante...

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