Más poder a Milani para llegar al final del mandato

Si algún espía estaba contento ayer era el general César Santos Gerardo del Corazón de Jesús Milani. No porque haya tenido ninguna promoción en medio del desbarajuste que la Presidenta armó en el servicio de inteligencia. Tampoco porque formalmente se le haya concedido más poder que el inmenso poder que ya tiene. Debió entrever, sí, que la estructura oficial del espionaje caerá en sus manos cuando ésta advierta que los son insuficientes, o ineficaces, para contener a un servicio que es, desde hace mucho tiempo, un Estado dentro del Estado. Un organismo que ningún presidente democrático terminó controlando nunca del todo.

viene de soportar indirectamente el más serio cuestionamiento que recibió hasta ahora. Lo hizo el ex mayor Ernesto Barreiro, que está siendo juzgado en Córdoba por violaciones de los derechos humanos en la década del 70. Barreiro, que elogió a Milani por su condición de peronista, dijo que éste había cometido crímenes de lesa humanidad si la Justicia entiende que él, Barreiro, los cometió. Aunque Barreiro es unos años mayor que Milani, durante la última dictadura tenían grados parecidos y se desempeñaban como oficiales de inteligencia.

La única defensa política que el Gobierno hizo de Milani hasta ahora es que en 1976 tenía un grado muy inferior como para haber participado de crímenes y torturas.

Sea como sea, Milani acompañará a Cristina Kirchner en los meses finales de su mandato como jefe de facto del espionaje oficial. La Presidenta decidió ayer la desnestorización más clara y brutal de su gestión. Héctor Icazuriaga, el ex jefe de la SIDE, era un hombre de la más absoluta confianza personal y política de Néstor Kirchner. Incluso, Máximo Kirchner heredó la simpatía y la confianza que su padre sentía por el ahora ex jefe de la SIDE. Fue Icazuriaga quien reemplazó a Néstor Kirchner en la gobernación de Santa Cruz cuando éste se hizo cargo de la presidencia. Fue Icazuriaga quien ocupó la poltrona más importante del servicio de inteligencia apenas seis meses después de que asumiera Kirchner como presidente. Relevó a Sergio Acevedo cuando éste se postuló como gobernador de Santa Cruz. Icazuriaga llevaba en el cargo casi tanto tiempo como el que acumulan los dos presidentes Kirchner. Nunca se supo bien qué servicios le prestó a la diarquía que gobernó durante once años, pero lo que sí se conoce es que él manejaba los fondos reservados de la ex SIDE. Son recursos inmensos, que se pueden gastar discrecionalmente y sin rendición...

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