Poder de la empresa

AutorRodolfo E. Capón Filas
Páginas931-1009
Tratado de Derecho del Trabajo
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Capítulo XII
Poder de la empresa
“Mayor atención que en otros países me-
rece en el nuestro la situación del obrero
porque aquí no existe todavía bienestar
acumulado para transmitirlo por heren-
cia, como en las naciones europeas. Allá,
un obrero puede recibir de sus antecesores
casa, huerta, útiles, muebles, crédito y re-
laciones que le hacen fácil y poco caro el
ingreso a la profesión o su ejercicio. Entre
nosotros, el obrero que llega del extranjero
ha de adquirir todo lo que necesita, mue-
bles y útiles, buscar patrones o relaciones
para su labor o producto; o ha de conseguir
tierra, que nunca se cultivó, sin árboles,
sin pozo, sin cercado, sin nada; ha de sacar
de su labor larga y paciente cuanto habrá
menester para sí y para su familia; si habi-
ta en ciudades nuevas como todas las de la
República ha de pagar alto alquiler sin que
su mujer pueda obtener algo de la industria
doméstica para alimentar la prole. El obre-
ro nativo, por su parte, apenas tiene algu-
nas desventajas menos que el inmigrado,
porque el país es nuevo y la mayoría de las
familias no puede habilitar a sus hijos con
el modesto capital necesario para adquirir
útiles o herramientas o abrir una modesta
tienda de obrero manual; y, si lo atrae el
trabajo del campo, halla las mismas trabas,
felizmente salvables con labor constante y
ahorrando parte de sus ingresos, bajo las
órdenes de un patrón. Para que estos meri-
torios obreros, virtuosos, sin vicios, capaces
y hábiles en sus ocios, ya sean manuales
o rurales, estén en condiciones de adquirir
Rodolfo E. Capón Filas
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medios de trabajo sucientes, con abundan-
cia para sostener a sus familias, se necesita
la atención de la sociedad y de las autori-
dades que la representan, garantizándoles
la seguridad del salario mínimo, igual en
todo el país en iguales profesiones, igual
tiempo empleado e igual labor realizada;
garantizándoles la conservación de la salud
y el descanso; y previendo el porvenir con el
seguro por accidentes, por la vida y ancia-
nidad.
Nuestro país se halla en formación. Por
lo tanto, hemos de preocuparnos de que la
población obrera posea medios de vida y
bienestar material y moral, dentro de un
criterio equitativo. Es necesario no sólo que
obtenga con su trabajo lo necesario a su
subsistencia sino también un margen para
ahorrar y contribuir al sostenimiento de las
instituciones, arbitradas con espíritu previ-
sor, en su común benecio, indispensables
a su protección y adelanto. Al contrario, si
el salario es insuciente; si el hombre, la
mujer y el niño son obligados a jornadas
abrumadoras, el obrero resultará, en esta
época, trasunto del esclavo de otros tiem-
pos. Si en lugar de procurarle los medios
que lo habiliten a velar por sí mismo, se le
distrae con protecciones enervantes, ocia-
les u ociosas, se convertirá en un ser débil
e ignorante de su capacidad social. Con
tales sujetos, deprimidos en sus iniciativas
e individualidad, no lograremos dar princi-
pio de perfeccionamiento a esta patria na-
ciente, que debe ser de base sólida puesto
que ha nacido en época reciente, lo que le
permite aplicar y aprovechar todas las con-
quistas modernas”.
Tratado de Derecho del Trabajo
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alsina, Juan A., El obrero en la Repúbli-
ca Argentina, Bs. As., s/e, 1905, pág. 5.
“Todas las comuniones de una vida cons-
tituyen una sola comunión.
Todas las comuniones de todos los hom-
bres actualmente vivos constituyen una
sola comunión. Todas las uniones de todos
los hombres presentes, sidos y por ser cons-
tituyen una sola comunión”.
teilhard de Chardin, Pierre, El medio
divino, Trotta, Madrid, 2008,
pág. 87.
“La degradación del poder y no su con-
centración se debe a tres revoluciones
que han transformado la realidad social
del planeta: la del más (cada vez hay más
abundancia de todo), la de la movilidad (ese
‘más’ se mueve más que nunca, llega a to-
das partes y a menor coste) y la de la men-
talidad (las expectativas de la población
crecen a más velocidad que la capacidad de
cualquier Gobierno para satisfacerlas)”.
naím, Moisés, El n del poder, Debate,
Buenos Aires, 2013, pág. 89.
Sumario: I. Introducción.- A. Deniciones. a. Normas globales.
b. Normas nacionales. c. Yacimiento axiológico.- II. Sentido de la
empresa.- A. Alcances de la empresa.- B. Ejercicio del poder de la
empresa. C. Fundamento del poder. a. Empresa y orden público.
b. Bien común y orden público. b.1. In-existencia de un orden
público económico. b.2.Normas estructurales y bien común. c.
Compromiso con el bien común. D. Sentido del poder. a. Líneas
directrices. a.1. Racionalidad y empresa. a.2. Racionalidad y tec-
nología. b. Dirección del proceso productivo. c. Funcionalidad y
responsabilidad de la empresa. d. Disciplina y proceso producti-
vo. d.1. Proporcionalidad entre conducta y sanción.- III. Deberes

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