Poca exigencia y bajo perfil, la estrategia de Del Potro

LONDRES (De un enviado especial).– De repente, poco antes de las 5 de la tarde, las casi 200 personas que esperaban desde hacía rato en las tribunitas del costado de la cancha de práctica número 3 del O2 se levantaron y se retiraron. Acababan de informarles que el entrenamiento de Juan Martín del Potro, que era lo que querían ver, estaba cancelado. En realidad, el programa del tandilense no le marcaba actividad en ese lugar, sino en un club del centro de Londres, que la organización del ATP World Tour Finals también tiene reservado para los jugadores. Allí se entrenó y trabajó en el gimnasio.Lógicamente, lo que hizo no fue nada muy exigente, porque lo que necesita en estos días sin partidos es recuperarse física y mentalmente ("Voy a tratar de despejarme lo más que pueda. De tenis ya vengo con el ritmo y las horas suficientes en la cancha", contaba anteanoche, bien tarde, tras ganarle a Gasquet). Eso intentó hacer y le viene bien para despejar la cabeza, después de un fin de semana que terminó por ser para él más traumático de lo que dejó traslucir apenas llegó a Londres, cuando trató de restarle importancia al incidente del robo que sufrió en París. Aquí necesita enfocarse, como lo estaba en las últimas semanas. Recuperar la certeza de que es capaz de poder ganarle a cualquiera.Porque así lo ven todos. Aquí, como en el corazón de los grandes escenarios, uno puede cruzarse en un pasillo con una leyenda como Boris Becker, por ejemplo, y escucharle una referencia altamente elogiosa sobre el argentino: "Tengo la mejor opinión sobre Martín. Me alegró mucho que haya vuelto tan bien después de su lesión y el regreso fue muy bueno. Para mí, debería ganar un Grand Slam el año que viene". Como la de cualquier otro de sus colegas. Ayer mismo, Nadal hacía un repaso de sus últimas semanas y cuando se detuvo en la derrota con Delpo en Shanghai la razonó, palabras más o menos, como un "contra alguien así es imposible".Del Potro sabe todo eso, pero lo procesa con una modestia que no se mueve ni un milímetro. "Que me vean de esa manera –dijo– me da la motivación y la fuerza para seguir mejorando. Esa presión de que me ven con mucha proyección o peleando contra los mejores puede ser bueno o malo, pero yo trato de tomarlo por el lado bueno. Que todavía crean en mí y en que puedo darles pelea a ellos era uno de mis grandes desafíos este año. Soy el único que les ganó a todos los que tengo arriba mío esta temporada. Por eso siento que...

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