Una plaza colmada en la que dominó la épica de la despedida

volvió a dar ayer una nueva muestra de su poder de movilización y colmó la Plaza de Mayo y sus adyacencias con la excusa de celebrar un nuevo aniversario de la formación del primer gobierno patrio, pero que tuvo, tanto en el discurso de Cristina Kirchner como en el clima que imperó entre sus militantes, un fuerte sabor a del poder.

Fueron varias decenas de miles los militantes kirchneristas que se acercaron hasta la histórica plaza, y los hubo de todo tipo. Muchos llevados en micros desde distintos puntos del país, como lo atestigua la gran cantidad de ómnibus estacionados a lo largo de la avenida 9 de Julio, desde la zona del Obelisco hasta el cruce con la avenida San Juan (17 cuadras).

A diferencia de otras movilizaciones, en esta oportunidad se vio gran cantidad de coches semicama, llegados desde lugares mucho más remotos que los tradicionales bastiones peronistas del conurbano bonaerense.

En ese sentido, se destacó la decena de ómnibus rentados por agrupación La Cámpora de Tandil, que se encontraban estacionados en las inmediaciones de la intersección de la 9 de Julio con avenida Independencia. A pocos metros de allí se podían ver las combis que habitualmente transportan pasajeros a la zona oeste del conurbano contratadas por el intendente de Ituzaingó, Alberto Descalzo, para trasladar a sus militantes.

Pero la plaza no sólo se llenó de los tradicionales militantes "arriados" por los punteros peronistas. También fue importante la cantidad de militantes que se acercaron por sus propios medios hasta la zona de la Casa de Gobierno. Así, se pudo ver a familias enteras merendando a la espera del discurso presidencial en un mosaico de clases sociales que iban desde los que se podían pagar su café de la cafetería franquicia de moda hasta los que disfrutaban del arroz blanco hecho en casa. El mapa de la Plaza de Mayo de ayer reprodujo la geografía que ya es habitual en los actos convocados por el kirchnerismo. Las primeras líneas frente al palco para las agrupaciones incondicionales: La Cámpora, Unidos y Organizados y Kolina.

Pocos gremios

También como suele ser habitual desde que Hugo Moyano rompió relaciones con la Casa Rosada fue muy escasa la participación gremial, destacándose en ese marco la columna de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), el gremio favorito del vicepresidente Amado...

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