La Plata interpretó la clave: lo que cuesta vale

Se puede jugar sin scrum. Se puede, incluso, declinar, por la omnipresencia del rival, la batalla de los forwards. Lo que no se puede, ni se debe, es caerse anímicamente, perder la cabeza, ceder el protagonismo. Hay que aferrarse a la defensa, apelar a la tenacidad y ser oportuno. La Plata, avasallado por momentos, se estudió mejor el libreto. Y lo efectivizó ante Belgrano: con un penalazo de mitad de cancha de Pedro Mercerat, su figura, su mejor hombre en la temporada, destrabó la paridad reinante en Virrey del Pino, donde ganó luego de seis años, casualmente en un mismo día (30 de agosto): 41 a 39 aquella vez y 23 a 20 ayer.Sin embargo, nada fue azaroso para el Canario. Pese a sus intermitencias, pese a que arrancó en desventaja con un try de Olivari, pese a que pasó al frente y se adjudicó el parcial (17-10) con las conquistas de Patricio Roán y del propio Mercerat a puros arrestos individuales, pese a que el Oso Galli, dueño, amo, señor, propietario e inquilino de la formación que mayores dividendos le dio a Belgrano nuevamente desniveló a favor del Marrón, nunca bajó los brazos, nunca se entregó y siempre lo buscó. Lo empató faltando diez minutos, cargando de la dosis de emotividad justa y...