El plan requiere del compromiso de todos

Las mejoras en la higiene urbana porteña parecen renovar la esperanza en cada anuncio, pero la insoslayable realidad vuelve a teñirla de dudas: desde hace más de una década, numerosos puntos de la ciudad están sucios, con basura acumulada en las esquinas.Desde mañana comenzará a regir en la Capital el nuevo contrato por la recolección de residuos, que promete mejoras y les exige a las seis empresas que ganaron la licitación la renovación de la flota con nuevos camiones y la colocación de 23.500 contenedores y 52.000 cestos, entre una larga lista de obligaciones. Lo más novedoso: habrá recolección de residuos todos los días, y también sumarán en el recorrido a las villas porteñas.La Ciudad les otorgó a las empresas un adelanto de 1600 millones de pesos, de los $ 4700 millones que deben recibir por el primer año de contrato para la compra de los nuevos camiones, efectuado un ajuste inflacionario del 53%. Y el convenio que se firmó, por una década de extensión, superará los $ 47.000 millones. Es el contrato más caro para el erario porteño.El vecino contribuyente espera que los barrios estén más limpios. Que los camiones cumplan con los nuevos recorridos establecidos; que los residuos no desborden, durante días, los contenedores, acechados por palomas y otras alimañas; que las calles del microcentro dejen de ser un sitio propicio para el acopio del papel, cartón y plástico; que los recuperadores estén ordenados dentro...