Un plan para hacer negocios millonarios con el Estado

Amado Boudou tenía un plan: apropiarse de Ciccone, la dueña del monopolio de la impresión de billetes, y hacer después que el Estado nacional la contratara. Ésa es la hipótesis que el juez Ariel Lijo consideró probada en su resolución de ayer, cuando citó a declarar en indagatoria al vicepresidente.Tal como lo plantea el juez, era un negocio multimillonario y muy seguro para Boudou, porque él estaba de los dos lados del mostrador. Primero como ministro de Economía y después como vicepresidente, ocupaba un lugar inmejorable para favorecer a su propia empresa. Según la resolución de ayer, el plan se cumplió tal como lo habían previsto Boudou y su socio José Núñez Carmona. Con el peso de Boudou en el Gobierno, emprolijaron la situación de la imprenta y, en septiembre de 2011, lograron cumplir lo que Lijo llamó "el objetivo último de la maniobra": que el Estado contratara a la empresa, que ahora era de ellos, para la impresión de 410 millones de billetes.Ya habían conseguido otros negocios previos con el Estado. El mismo año, le habían imprimido boletas electorales al Frente para la Victoria. Boudou, por entonces ministro de Economía, era el candidato a vicepresidente. La Compañía de Valores Sudamericana (CVS) -el nuevo nombre que le dieron a Ciccone- recibió más de $ 12 millones a cambio. Lo notable es que CVS "no contaba entonces con las máquinas necesarias para la tarea", según relata Lijo. Por eso, el negocio lo tercerizaron; lo hicieron sin un contrato escrito y "sin intervención del síndico de la quiebra".Pero el primer negocio de Boudou y Núñez Carmona a través de The Old Fund fue anterior incluso a la compra de Ciccone. Lijo dio por probado ayer que ellos dos, "amigos desde la adolescencia en Mar del Plata y socios comerciales", se unieron con Alejandro Vandenbroele, "conocido de ambos", para adquirir esta firma.Boudou siempre negó conocer a Vandenbroele, pese a que la ex mujer de él, Laura Muñoz, afirmó siempre que su marido era el testaferro del vicepresidente. Y a pesar, incluso, de que Vandenbroele pagaba las expensas de un departamento de Boudou en Puerto Madero. Cuando ellos desembarcaron en The Old Fund, la empresa tenía una sola empleada y jamás había operado. La firma les ofrecía una ventaja: su...

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