El plan de Cristina: negociar con Repsol, pero sin Brufau

Cristina Kirchner planea participar de la XXII Cumbre Iberoamericana, que se celebrará en Cádiz el 16 de noviembre próximo. El viaje está asociado a otra decisión: explorar una negociación con Repsol que clausure el conflicto por la expropiación de YPF. El ejercicio debe partir, para ella, de una premisa indispensable: la decapitación de Antonio Brufau, el presidente de la petrolera española.La reapertura de conversaciones con España se analiza desde hace una semana en ambas orillas del Atlántico. Su auspiciante es Miguel Galuccio. Comprensible: la inexistencia de indicios de que Repsol será compensada es una dificultad principal de su gestión al frente de YPF. "Hasta que no se haga un gesto, los eventuales inversores seguirán viendo a Miguel como un okupa", explica un amigo del ingeniero.La Presidenta también advirtió el problema cuando, durante su paradójico road show en Nueva York, intentó que alguna multinacional norteamericana reemplazara a la multinacional española en la gesta por la "soberanía hidrocarburífera".Un puente hacia Repsol aliviaría ese inconveniente. Pero la señora de Kirchner no está dispuesta a tenderlo si el interlocutor es Brufau. El ejecutivo catalán terminó de ganarse su animadversión cuando declaró que la estatización de YPF era la represalia del Gobierno a su negativa a pagar sobornos por la provisión de gas licuado.La suerte de Brufau depende, una vez más, de Isidro Fainé, su coterráneo, eterno rival y, desde hace una década, su jefe. Fainé es el presidente de La Caixa, en representación de la cual Brufau conduce Repsol.Es posible que Fainé, una figura determinante en su país, comience a escuchar insinuaciones para que suelte la mano de Brufau. Es fácil adivinar los mensajeros.Uno podría ser el mexicano Carlos Slim, que es socio de La Caixa y tiene una relación estrecha con el kirchnerismo, sobre todo por su vínculo con Juan Manuel Abal Medina, padre y homónimo del jefe de Gabinete.Slim tiene motivos para estar malhumorado con Brufau, quien le solicitó que financiara el malhadado ingreso de los Eskenazi en YPF. Los Eskenazi no pagaron su deuda y Slim debió quedarse, a desgano, con acciones de la empresa.Conflictos de ultramarCésar Alierta sería otra paloma de la paz. Es el presidente de Telefónica, cuyo vice es Fainé, dado que La Caixa es el segundo accionista de la compañía. Como todos sus colegas, Alierta atraviesa una tormenta. Suspendió la distribución de un dividendo, vendió la participación de Telefónica en China Unicom, y...

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