Pichetto, la construcción de un hombre clave

Miguel Pichetto convive sin prejuicios con un extraño privilegio: le toca ser, de lejos, el hombre más importante del Congreso en uno de los peores momentos de su partido, el peronismo.

Amparado en ese papel timonea un ejercicio de supervivencia para su partido: quitar las influencias de Cristina y de La Cámpora como primer paso de una reconstrucción a largo plazo. A sus propios compañeros les advierte que ese camino puede suponer un largo tiempo en la oposición, mientras tamiza con una salvedad. Siempre puede aparecer un "cisne negro" que ponga en riesgo la reelección de Mauricio Macri, consuela.

El senador no tiene pruritos para cumplir ese objetivo. El viernes anunció que visitará a Julio De Vido en la cárcel como respuesta al abandono que Cristina y el kirchnerismo hicieron de su ministro más influyente. Ese juego a tres bandas incluye un desprecio a la ex presidenta, un mensaje a De Vido de parte de los gobernadores peronistas para que apunte sus acusaciones para otro lado y, por fin, un telegrama para el Poder Judicial: el peronismo no abandona a los suyos.

Pichetto siempre recuerda que el ministro repartió obras aquí y allá, por debajo y por encima de las sospechas ahora convertidas en causas judiciales. "Debieron haber bajado al recinto el día que Diputados trató el desafuero y defenderlo con el criterio que mantenemos en el Senado y que consiste en que sólo se quitan los fueros a los legisladores que tienen condena firme", repite.

Con el armado de otro partido para competir en las elecciones del 22 de octubre, Cristina le regaló a Pichetto el argumento para adelantarse a su llegada y separar un bloque peronista que será mayoritario respecto del que formará la ex presidenta, e igualmente más numeroso que la bancada oficialista. Con Cambiemos espera acordar; con Cristina, se prepara para confrontar. "Armó un partido de izquierda sólo para perjudicar al peronismo", insiste ante los visitantes de su despacho, en el segundo piso del Senado.

Presidente del bloque mayoritario de la Cámara alta desde el mandato interino de Eduardo Duhalde, el senador por Río Negro hizo un corto pero preciso viraje hace dos años. Entre la derrota de Daniel Scioli y la llegada de Mauricio Macri, Pichetto rompió con el kirchnerismo y se convirtió en un garante de la gobernabilidad de un presidente sin mayoría en el Congreso y acosado por el fantasma de la desestabilización.

En medio del desconcierto de la derrota, Pichetto se desprendió para siempre del...

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