Petro recita el manual del buen populista latinoamericano

Gustavo Petro

En Colombia ganó "la izquierda". Si lo dice todo el mundo, debe ser verdad. En abstracto , no me desagrada. Me conmueve la alegría de la vicepresidenta, el orgullo de los afroamericanos colombianos. Y estoy feliz por la felicidad de la comunidad gay. Un buen día, en un país tan machista. Amigo de los animales, aplaudo la idea de acabar con la corrida: cruel ritual de antaño. Por supuesto, no me gustan los "grupos" y las "tribus", me gustaría que a todos se los respete por lo que son, sin agruparse por color o gustos sexuales. Incluso la "tribu" más oprimida puede oprimir a su vez, incluso la "familia" más dulce puede convertirse en una jaula. Pero ¿qué puedo hacer si los liberales latinoamericanos, tan conservadores, le regalan a la "izquierda" estas causas que deberían ser suyas? Y en todo caso, la alternancia en el poder siempre es saludable. ¿Nunca había gobernado Colombia la "izquierda"? ¡Que gobierne! Aire fresco en los pasillos del poder.

Alguien pensará que me subo al carro del ganador. Para nada. De hecho, estoy preocupado por Colombia. Ningún pánico, ¡por favor!, estoy listo para dejarme sorprender. Pero preocupado sí. Porque en realidad no creo que haya ganado la "izquierda". Gracioso, porque no soy yo quien lo piensa, sino el mismo ganador, Gustavo Petro, quien lo dice: "La política en Colombia ya no se divide entre la izquierda y la derecha". Y esto, repito, me preocupa. Porque si hubiera ganado la "izquierda", deduciría que existe una "derecha" igualmente legítima, un centro moderado, y todos los matices que tiñen toda democracia. Pero no. Cualquiera que esté un poco familiarizado con el nuevo presidente colombiano sabe que para él el bien le ha ganado al mal. Sí, señores, tenemos un nuevo mesías. La historia latinoamericana no deja de producirlos en serie. Si América Latina produjera bienes como produce mesías, sería un continente más próspero y menos autoritario.

No sé si Petro copia o emula a los mesías más famosos de la historia continental, a Perón y Castro, Morales y Chávez, si es un fruto más del cristianismo "progresista" o del socialismo "cristiano". Lo que sí sé es que habla como ellos, piensa como ellos, siempre el mismo guion, siempre la misma comedia, cero imaginación, cero creatividad: la misma planta da siempre el mismo fruto, de nada sirve pedir peras al olmo. Será que funciona. Y que se lo creen. Pero si las premisas son las mismas, uno tiene razón para temer que las consecuencias lo serán...

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