Sin pesos ni dólares, Massa está forzado a recalcular

Sergio Massa

Una vez más la realidad obligará a la política a desdecirse. Nada que Sergio Massa o que sus antecesores en el cargo no haya hecho antes. Pero por habitual no se hace menos controversial .

Por estas horas, el ministro de Economía se debate si anunciar que la Argentina vuelve a endeudarse en moneda dura con el sistema financiero -con un bono "hard-dollar", como se conoce en la jerga- o si le pide asistencia al Banco Central (BCRA) , un prestamista al que Massa había jurado hace apenas semanas no apelar. Ambas medidas están en estudio y tienen por objetivo cerrar el agujero financiero que el Tesoro tiene de acá a fin de año, que ya saben en el equipo económico que no podrá cubrirse, aun con el nuevo dólar soja 2.0 que está en marcha. El nuevo tipo de cambio para el campo abulta un poco las reservas del BCRA -aunque menos de lo previsto, lo que ya empieza a poner nervioso al mercado- y arrima algo de pesos en concepto de derechos de exportación, pero no alcanza.

Se estima que sólo en diciembre el Tesoro tendrá que financiar un déficit de 0,9% del PBI . Un número que se agiganta cuando se tiene en cuenta que en las licitaciones de deuda recientes, la Secretaría de Finanzas no alcanzó si quiera a captar los pesos necesarios para renovar los títulos que vencían en el mes. En la última licitación, el Tesoro tomó pesos por el equivalente al 84% de sus vencimientos y cerró noviembre con un roll-over de solo el 98% que no solo no llega a cubrir el total, sino que no deja margen para financiar el déficit de cara a un diciembre que se prevé caliente en términos de gasto. Hay que retrotraerse a abril pasado para encontrar un resultado tan flojo.

Esta semana, en una serie de reuniones reservadas con banqueros y referentes del mercado, Massa y su equipo plantearon la idea de emitir un bono de hasta US$3000 millones, que tendrá la particularidad de suscribirse en pesos al tipo de cambio oficial, pero que luego pagará al vencimiento dólares contantes y sonantes -de ahí el nombre "hard-dollar"-. Sería el adiós definitivo al discurso kirchnerista del desendeudamiento: ya ni en pesos ni en dólares.

La propuesta, que llegó a Massa de la mano del Citi, busca sortear el poco apetito del mercado por la deuda soberana en moneda local. Hace ya algunas semanas que nadie quiere pesos. Sin embargo, de los encuentros en el Ministerio de Economía quedó claro que los banqueros locales no están convencidos con la idea. Aun a pesar de que Massa les prometió...

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